En la era digital en la que vivimos, la generación de contenido se ha vuelto fundamental para las empresas y los creadores en línea. Sin embargo, junto con esta creciente demanda de contenido, ha surgido un fenómeno preocupante conocido como “granjas de contenido”. Estos sitios, también conocidas como fábricas de contenido, se han vuelto cada vez más populares, pero también han generado numerosos problemas, entre ellos la creciente manipulación digital.

 

Las granjas de contenido surgieron en respuesta a la necesidad de generar grandes volúmenes de contenido en poco tiempo y a bajo costo. Estas granjas se basan en un modelo de producción masiva, utilizando a menudo a escritores y creadores independientes o mal remunerados para producir textos, artículos, blogs y otros materiales de manera rápida y eficiente.

 

A ello se ha sumado ahora el uso de herramientas de inteligencia artificial, que permite la elaboración de contenidos a partir de temáticas y noticias establecidas o criterios editoriales.

 

El propósito principal de estas granjas es proporcionar contenido para satisfacer las demandas de los motores de búsqueda, mejorar el posicionamiento en los resultados de búsqueda y generar tráfico hacia los sitios web de las empresas. Otros las utilizan para promover noticias falsas sobre productos, empresas o servicios de dudosa reputación.

 

Las cifras asociadas con las granjas de contenido son difíciles de precisar debido a la naturaleza clandestina de muchas de estas operaciones. Sin embargo, algunos datos y estadísticas consideran que en la actualidad se crean al menos más de mil contenidos por hora de forma automatizada.

 

Las principales características de las granjas de contenido son:

 

  • Crecimiento exponencial: El auge de las granjas de contenido ha sido notable en los últimos años. La facilidad de acceso a internet y la demanda de información han contribuido a su rápida proliferación.
  • Bajos costos: Las granjas de contenido a menudo ofrecen servicios a precios considerablemente más bajos en comparación con las agencias legítimas. Esto las convierte en una opción atractiva para aquellos que buscan reducir costos. A ello ahora se suma el uso de las herramientas de inteligencia artificial.
  • Volumen masivo: Las granjas de contenido pueden producir una gran cantidad de material en poco tiempo. Esto incluye desde artículos y reseñas de productos y servicios hasta información para redes sociales, sitios web y blogs.
  • Uso excesivo de palabras clave: Las granjas de contenido suelen utilizar técnicas de SEO (optimización para motores de búsqueda) para intentar clasificar bien en los resultados de búsqueda. Una de las estrategias comunes es el uso excesivo de palabras clave relevantes en sus textos, sin tener en cuenta la calidad y la coherencia del contenido. Esto puede llevar a un material poco natural y poco útil para los usuarios.
  • Enlaces y redes de sitios web: Las granjas de contenido también pueden operar redes de sitios web interconectados que se enlazan entre sí para aumentar su visibilidad en los motores de búsqueda. Estos enlaces pueden ser artificiales y no proporcionar un valor real para los usuarios.

 

Una investigación de NewsGuard ha revelado que “las herramientas de inteligencia artificial (IA) se están utilizando en la creación de granjas de contenido a gran escala. Se trata de sitios web de baja calidad que producen enormes cantidades de artículos para optimizar ingresos publicitarios” (bit.ly/3Dk0sm0).

 

Según NewsGuard, “las características típicas de las páginas que publican textos generados por la IA es que carecen de información sobre quiénes son los operadores del sitio y la autoría de los artículos, y tienen toneladas de publicidad”.

 

En cuanto a los patrocinadores de las granjas de contenido, pueden ser diversos y variar dependiendo de la situación. Algunos posibles actores involucrados podrían ser empresas que buscan aumentar su visibilidad en línea, redes de anunciantes y afiliados y proveedores de servicios de SEO (optimización en motores de búsqueda).

 

Debemos redoblar esfuerzos para asegurarnos que estamos consumiendo contenidos auténticos y evitar caer en la manipulación de contenidos falsos. La IA se suma a las ya complicada tarea para identificar la manipulación. Los tiempos digitales son cada vez más inseguros.

 

Apoyo: chat.openai.com