El mundo digital está profundamente integrado en nuestras vidas, pero su impacto no es tan ligero como parece. Desde enviar un correo electrónico hasta ver videos en redes sociales, nuestras acciones en línea tienen un costo significativo en términos de energía, agua y medio ambiente, y México no es la excepción. No atender estos riesgos se puede convertir en una ¨mancha¨ digital contra el medio ambiente.
Las granjas de servidores, que procesan y almacenan nuestra información, son grandes consumidoras de recursos. En 2021, estos centros de datos utilizaron aproximadamente el 1% de la electricidad mundial, y en México este fenómeno también está en crecimiento.
De hecho, empresas como Microsoft y Google han construido centros de datos en el país para responder a la creciente demanda de servicios en la nube. Estos centros no solo requieren electricidad, sino también grandes cantidades de agua para enfriarse. En México, esto es preocupante dado que la crisis hídrica afecta a muchas regiones, especialmente en el norte del país.
Enviar un simple correo electrónico tiene un impacto. Se estima que un correo básico emite 0.3 gramos de CO₂, y con archivos adjuntos, puede alcanzar hasta 50 gramos. Considerando que México es el segundo país de América Latina con mayor número de usuarios de internet, con más de 96 millones de usuarios en 2023, el impacto acumulado es considerable. Si cada mexicano enviara un correo innecesario al día, las emisiones anuales equivaldrían a miles de toneladas de CO₂.
Si cada adulto del planeta enviara un correo innecesario al día, esto equivaldría a las emisiones anuales de más de 600,000 automóviles.
El caso de Google es ilustrativo: sus centros de datos consumen suficiente electricidad para alimentar una pequeña ciudad. De hecho, su instalación en Council Bluffs, Iowa, una de las más grandes, demanda el equivalente energético de 500,000 hogares.
Las redes sociales también contribuyen al problema. Transmitir videos, como en Instagram, TikTok o YouTube, demanda grandes cantidades de energía. En México, el 75% de los internautas usan plataformas de video diariamente, y una hora de video en YouTube consume lo mismo que cargar un smartphone durante un año. Además, el uso de redes sociales es cada vez más intensivo, incrementando la huella de carbono digital del país.
Un sector crítico en México es la minería de criptomonedas. Aunque no es tan popular como en otros países, México se está sumando a esta tendencia. Sin embargo, la minería de criptomonedas consume mucha electricidad, lo que podría agravar los problemas energéticos en el país, donde la infraestructura aún enfrenta desafíos.
Además, el mundo digital implica un uso elevado de agua. Los centros de datos en México, como los de Querétaro, una de las zonas donde se está impulsando la construcción de estos centros, requieren millones de litros diariamente para enfriar sus sistemas. En un país con regiones afectadas por la sequía, como el norte y el centro, este uso masivo de agua puede tener consecuencias graves.
¿Qué podemos hacer? Moderación. En México, podemos reducir el envío de correos electrónicos innecesarios, utilizar redes sociales de manera más consciente y apoyar a empresas que usen energías renovables, como las que operan en zonas con acceso a energía solar. También es crucial reciclar dispositivos electrónicos para disminuir la demanda de nuevos recursos y reducir el impacto ambiental.
Debemos de entender que cada acción en línea tiene un costo, y es responsabilidad de todos reducir nuestra huella ambiental, especialmente en un país que enfrenta desafíos energéticos y hídricos importantes.