El dinámico y competitivo mundo digital que cada vez incide más en la actividad humana requiere de la adquisición de nuevos y cambiantes conocimientos, habilidades y competencias. Habrá más presión por adaptarnos a los cambios acelerados y estos procesos de aprendizaje serán continuos, flexibles y permanentes.

 

Estamos obligados a formarnos permanentemente. Todos seremos trabajadores del conocimiento si queremos ser empleables ante la revolución del trabajo que se avecina, impulsada por la inteligencia artificial y la automatización.

 

Por ello tendremos que participar en nuevos modelos de actualización, como es la denominada Ecología del aprendizaje. Este concepto se refiere a un enfoque educativo que reconoce que el aprendizaje ocurre en diversos entornos y contextos, formales e informales, y que implica múltiples interacciones entre los sujetos del conocimiento, los formadores y los recursos educativos.

 

Se basa en la idea de que el aprendizaje no se limita a un único entorno o método, sino que se produce de manera integral en una red de interacciones complejas, continuas y permanentes (con apoyo de https://chat.openai.com).

 

La Ecología del aprendizaje se centra en crear ambientes de aprendizaje dinámicos, motivantes y enriquecedores, que incluyen desde la educación formal en las aulas, como los espacios informales, recursos en línea hasta interacciones sociales, actividades prácticas y experiencias del mundo real. Estos entornos están diseñados para fomentar el aprendizaje activo, la participación de los estudiantes, la colaboración y la exploración independiente.

 

La Ecología del aprendizaje implica promover la autonomía del sujeto, permitir la elección y la personalización del proceso de aprendizaje, y fomentar la adquisición de nuevas habilidades y competencias relevantes, como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la comunicación y la colaboración.

 

“Hay numerosos componentes interdependientes que influyen en la manera de aprender de las personas a lo largo de su trayectoria vital. Cada persona tiene su propia ecología de aprendizaje. De este modo, cada individuo decide qué, cómo, cuándo, dónde y con quién aprender” (https://bit.ly/3MhaUjc). Ahora la formación está en manos de las personas.

 

¿Por qué debemos darle importancia a la Ecología del aprendizaje? Por varios fenómenos, entre ellos:

 

  • Diversidad de estilos de aprendizaje: Las personas tienen diferentes estilos y preferencias de aprendizaje. Al crear ecologías del aprendizaje, se proporcionan diversas opciones y enfoques. Algunos pueden aprender mejor a través de la lectura, otros a través de la interacción práctica, y otros pueden preferir el aprendizaje visual o auditivo.
  • Acceso equitativo al conocimiento: La ecología del aprendizaje ayuda a garantizar que el acceso al conocimiento sea equitativo para todos los estudiantes. Esto implica eliminar barreras. Puede incluir el uso de tecnología, materiales accesibles para personas con discapacidades o entornos de aprendizaje inclusivos.
  • Aprendizaje activo y participativo: La ecología del aprendizaje fomenta la instrucción activa y participativa, la cual es fundamental para una experiencia significativa. La Ecología del aprendizaje promueve la participación de los estudiantes a través de la discusión, la colaboración, el trabajo en equipo y la resolución de problemas.
  • Flexibilidad y adaptabilidad: La Ecología del aprendizaje brinda flexibilidad y adaptabilidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Los entornos de instrucción pueden diseñarse de manera que se ajusten a las necesidades y preferencias de los estudiantes, permitiendo la personalización y la autonomía en cómo deseen aprender.
  • Desarrollo de habilidades del siglo XXI: La ecología del aprendizaje está diseñada para fomentar el desarrollo de habilidades del siglo XXI, como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la colaboración y la comunicación efectiva.

 

Frente a los retos de los cambios en el trabajo, debemos ampliar los enfoques para adquirir y actualizar conocimientos, habilidades y competencias. Ya no es suficiente el enfoque tradicional restringido a las aulas o procesos formales. Hoy debemos tener una visión amplia para aprender de nuestras experiencias, de la colaboración y la interacción, y los múltiples recursos tecnológicos. Así, nuestra empleabilidad futura dependerá cada vez más de nosotros.