Las ciudades se han convertido desde hace un par de décadas en lugar de mayor concentración de población. Se calcula que, en la actualidad, 61% de la población mundial habita lugares urbanos y en el caso de México alrededor de 78%.
El atractivo de las ciudades es que ahí se crea 80% del PIB mundial, es el centro de innovación, creación de conocimiento, concentración de la educación y la cultura, tiene la mejor infraestructura y servicios públicos, es el espacio donde se toman las decisiones en los ámbitos públicos y privados, entre otros aspectos.
Pero en contraparte, las ciudades se han vuelto sitios complejos y cada vez menos habitables por problemas como el de la contaminación, la alta concentración de población en espacios reducidos, el congestionamiento por el uso excesivo de vehículos, entre otros. Además, en las zonas urbanas está concentrada la pobreza y la desigualdad.
Podríamos afirmar que las ciudades, por sus crecientes problemáticas, la complejidad para la toma de decisiones y sus desbalances fiscales, están en crisis.
De ahí que han surgido propuestas de nuevos enfoques urbanos, como es el caso de las ciudades de 15 minutos.
De acuerdo con Wikipedia, las ciudades de 15 minutos “es un concepto urbano basado en la idea de que en 15 minutos a pie o en bicicleta de su casa, los habitantes de la ciudad pueden tener acceso a la mayoría de sus necesidades esenciales. Se ha descrito como un ‘regreso a un modo de vida local’”.
¿Por qué 15 minutos? Carlos Moreno, uno de los creadores de este modelo, dice que es “porque 15 implica que seguimos dentro de nuestro barrio, o en un área cercana a nuestra vivienda, mientras que 30 ya podría requerir la utilización de transportes públicos y, además, supondría un tiempo perdido no aprovechado netamente superior” (https://am.pictet/es/blog/articulos/desarrollo-sostenible/la-ciudad-de-los-15-minutos-el-futuro-ya-esta-aqui).
Este enfoque de ciudad “busca reducir los desplazamientos innecesarios para que las personas puedan desarrollar una vida de hiperproximidad, con servicios como parques, colegios, centros sanitarios, lugares de ocio y centros de trabajo a 15 minutos a pie o en bicicleta de su vivienda. Es decir, tener todo lo que necesitamos a 15 minutos o menos de casa sin depender de un vehículo motorizado. El objetivo es convertir un modelo de ciudad segregada funcionalmente en un modelo de ciudad con zonas multiusos con cuatro componentes principales: proximidad, diversidad, densidad y ubicuidad” (https://maldita.es/clima/20230222/ciudad-15-minutos-que-es/).
También buscan responder a los retos del cambio climático al reducir el uso de vehículos automotores y con ello bajar la emisión de gases contaminantes. “Las ciudades consumen 78% de la energía mundial y producen más de 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero responsables de la crisis climática”.
Adicionalmente, “pueden fomentar la economía local, al favorecer la aparición de pequeños comercios y servicios cercanos a los hogares. Esto puede tener un impacto positivo en la creación de empleo y en la reducción de la pobreza y la desigualdad” (https://chat.openai.com/chat).
Ejemplos de intentos por aplicar el modelo de las ciudades de 15 minutos es Barcelona, con su proyecto de supermanzanas; y París (su alcaldesa “adoptó públicamente el concepto en la campaña electoral de reelección en 2020), donde se está implementando una reducción del uso y espacio para los automóviles y la promoción de los desplazamientos en bicicleta con carriles bici o a pie, así como la apertura de los patios de las escuelas en los fines de semana” (https://www.youtube.com/watch?v=RDx5e5i71X4).
Y como toda nueva idea, han salido detractores de este modelo urbano. Hay una teoría que asegura que esta propuesta es una conspiración. En redes sociales hay quienes aseguran que este sistema “prepara la reclusión 2030 en forma de Ciudad de 15 minutos, de donde no se podrá salir sin pauta completa, huella de carbono y lo que ellos quieran”.
Ante las problemáticas no resultas del pasado y las nuevas, las ciudades están obligadas a intentar otros modelos más sostenibles y ahí es donde la propuesta de ciudades de 15 minutos tiene mucho que ofrecer.