Hemos tenido un crecmiento importante y sostenido en las últimas décadas a través del incrementos de la producción de bienes y servicios impulsados por la ciencia, la tecnología y la innovación, y un mundo más globalizado y de libre comercio. Pero parece que esta época esta llegando a su fin por los momentos complejo que vivimos.
La reciente pandemia del COVID, los efectos del cambio climático, la invasión de Rusia a Ucrania, los cambios políticos polarizantes, la inflación mundial y los problemas de coordinación de las cadenas de producción, han puesto en duda la continuación de la época de prosperidad que vivíamos.
Así lo refleja el reciente dado a conocer Índice de Progreso Social (IPS) 2022. De acuerdo, a Wikipedia, el IPS “mide la extensión en la que los países satisfacen las necesidades sociales y medioambientales de sus ciudadanos. El desempeño relativo de los países se mide con 54 indicadores reunidos en tres dimensiones principales: necesidades humanas básicas, bienestar fundamental, y oportunidades de progreso”.
“El índice es publicado por la organización sin ánimo de lucro Progreso Social Imperativo, y está basado en los conceptos de Amartya Sen, Douglass North, y Joseph Stiglitz. El IPS mide el bienestar una sociedad observando los resultados sociales y medioambientales directamente, de forma separada de los factores económicos. Los factores sociales y medioambientales incluyen bienestar, igualdad, inclusión, sostenibilidad, seguridad y libertades personales”.
El índice está basado en un rango de indicadores sociales y ambientales que capturan tres dimensiones del progreso social: necesidades humanas básicas, fundamentos del bienestar y oportunidades, y toma valores entre 0 y 100, donde 0 es el menor progreso social posible y 100 el máximo progreso social posible.
Aunque esta medida es independiente de indicadores económicos, no busca reemplazarlos sino complementarlos. Su propósito principal es evaluar aquellas preguntas que realmente importan en la vida de las personas: ¿tengo un hogar que me brinde protección? ¿tengo suficiente para comer? ¿tengo acceso a educación?
El IPS 2022 reconoce que, pese a las adversidades existentes, el mundo ha tenido una mejora marginal de 0.37% comparado con el año pasado, pero claramente se dirige a una probable recesión del progreso social en 2023. En 2022, 52 países disminuyeron en el progreso social (https://www.socialprogress.org/).
En general, los “derechos sociales han sido el mayor freno para el progreso social. Ha habido una disminución significativa en la puntuación mundial de los derechos personales desde 2011 (-5.34 puntos). 111 países (66%) han disminuido sus derechos desde 2011”.
El mundo está mejorando en términos de progreso social, pero la tasa de progreso se ha desacelerado significativamente. “Desde 2017, la tasa de progreso se ha reducido casi a la mitad (2011-16 +3.44 puntos/2017-22 +1.95 puntos)”.
De acuerdo con el IPS 2023, “México retrocede una posición en relación con el año anterior, ubicándose en el lugar 66 de 169 países; con 70.84 puntos. Con respecto a los 12 componentes del progreso social, sus posiciones más altas se dan en Acceso a información y comunicaciones (83.87 puntos) posición 50; y Agua y Saneamiento (89.36 puntos) posición 57¨ (https://cutt.ly/FMKhGAE).
“Los indicadores con el desempeño más bajo son violencia interpersonal (posición 160), acceso a servicios de salud de calidad (posición 147), acceso a instituciones de justicia (posición 134), respeto a los derechos y libertades (posición 129), acceso a una educación de calidad (posición 127), y acceso a servicios públicos por grupo social (posición 124)”.
El IPS 2022 confirma la preocupante situación social que se vive, principalmente entre las familias pobres y vulnerables. El próximo año no se ve alentador. Es momento de pensar en nuevas acciones para proteger a los más débiles frente a una inflación que no cede y una economía débil. De no hacerlo, se sumarán varios efectos de las crisis que pasamos y seguimos pasando, creando mayor pobreza y desigualdad.