La población mundial ha alcanzado los 8,000 millones y seguirá creciendo, de acuerdo a las proyecciones de las Naciones Unidas, para llegar a 8,500 millones en 2030 y 9,700 millones en 2050. “Se proyecta que alcanzará un pico de alrededor de 10,400 millones de personas durante la década de 2080 y que permanecerá en ese nivel hasta 2100” (https://www.un.org/es/desa-es/la-población-mundial-llegará-8000-millones-en-2022).

El informe Perspectivas de la Población Mundial “prevé que India superará a China como el país más poblado del mundo en 2023”. Pero, “la población mundial está creciendo a su ritmo anual más lento desde 1950, por debajo del 1% en 2020”.

Según el informe de Naciones Unidas, “más de la mitad del aumento de la población mundial previsto hasta 2050 se concentrará en ocho países: Egipto, Etiopía, India, Filipinas, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo y Tanzania.

Un dato interesante es que el los países del África subsahariana, en partes de Asia y América Latina y el Caribe, “la proporción de la población en edad de trabajar (entre 25 y 64 años) ha ido en aumento gracias a las recientes reducciones de la fecundidad”. Este ‘bono’ demográfico es una oportunidad para lograr un mayor crecimiento económico. Y maximizar dicha oportunidad, señala el informe, “los países deben invertir más en su capital humano, asegurando el acceso a la atención de la salud y una educación de calidad en todas las edades, y promoviendo oportunidades de empleo productivo y trabajo decente”.

Otro dato relevante es el hecho de que se “estima que la proporción de la población mundial de 65 años o más aumentará de 10% en 2022 a 16% en 2050”. Y sugieren: “Los países con poblaciones que están envejeciendo deben tomar medidas para adecuar los programas públicos al número creciente de personas mayores, incluyendo el establecimiento de sistemas universales de atención médica y de cuidado a largo plazo, y mejorando la sostenibilidad de los sistemas de seguridad social y pensiones”.

“La población de América Latina y el Caribe, que se ha cuadruplicado entre 1950 y 2022, se prevé que alcance un máximo de 752 millones de habitantes en 2056 y disminuirá hasta alcanzar los 646 millones en 2100”.

Frente a estos datos relevantes, los desafíos para enfrentar ente crecimiento poblacional siguen siendo importantes, donde destacan los retos en salud, cambio climático, alimentación y desigualdad (https://theconversation.com/ocho-mil-millones-de-personas-asi-amenazan-a-la-salud-publica-el-cambio-climatico-y-la-superpoblacion-194421).

“Los investigadores han descubierto que más de la mitad de las enfermedades infecciosas humanas pueden empeorar con el cambio climático. Las inundaciones, por ejemplo, pueden afectar a la calidad del agua y a los hábitats donde bacterias y vectores peligrosos como los mosquitos pueden reproducirse y transmitir enfermedades infecciosas a las persona”. Ejemplos son el dengue, la malaria, hepatitis, enfermedades diarréicas, el cólera, entre otras.

Otro grave riesgo es el aumento de las temperaturas. “El calor excesivo puede exacerbar los problemas de salud existentes, como las enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Y cuando el estrés por calor se convierte en insolación, puede dañar el corazón, el cerebro y los riñones y llegar a ser letal. En la actualidad, cerca de 30% de la población mundial está expuesta cada año a un estrés térmico potencialmente mortal. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático estima que ese porcentaje aumentará al menos a  48% y hasta 76% a finales de este siglo”.

Además, el calor puede afectar de manera severa la seguridad alimentaria y del agua. “Una revisión de The Lancet descubrió que las altas temperaturas en 2021 acortaron la temporada de cultivo en unos 9.3 días de media para el maíz y seis días para el trigo en comparación con la media de 1981-2020”.

“La escasez de agua y la sequía tienen el potencial de desplazar a casi 700 millones de personas para 2030. Combinadas con el crecimiento de la población y las crecientes necesidades energéticas, también pueden alimentar conflictos geopolíticos cuando los países se enfrentan a la escasez de alimentos y compiten por el agua”.

Con el crecimiento de la población vienen los desafíos de problemas no resueltos del pasado y nuevos retos. Llegó el momento de tomarnos en serio el vivir en común. No hacerlo nos condena a serios riesgos. ¿Lo atenderemos finalmente?