El agua es un recurso vital e indispensable para la vida. Es un recurso natural escaso que se está agotando debido a su elevado consumo y desperdicio, y a los efectos del cambio climático. Aunque 70% de la superficie de la Tierra es agua, lo cierto es que 97.5% está en océanos y mares es agua salada, y solamente 2.5% es agua dulce.
Para celebrar el Día Mundial del Agua, ONU y ONU Derechos Humanos publicaron en las redes sociales datos relevantes de la presión que existe sobre el vital líquido y lo que significa para muchas personas alrededor del mundo:
- Aunque el acceso al agua es un derecho humano, 2,100 millones de personas todavía no tienen agua limpia en sus hogares.
- 3 de cada 10 personas carecen de acceso a servicios de agua potable seguros y 6 de cada 10 carecen de acceso a instalaciones de saneamiento gestionadas de forma segura.
- Al menos 892 millones de personas continúan con la práctica insalubre de la defecación al aire libre.
- La escasez de agua afecta a más de 40% de la población mundial y se prevé que este porcentaje aumente. Más de 1,700 millones de personas viven actualmente en cuencas fluviales en las que el consumo de agua supera la recarga.
- 4,000 millones de personas carecen de acceso a servicios básicos de saneamiento, como retretes o letrinas.
- Cada día, alrededor de 1,000 niños mueren debido a enfermedades diarreicas asociadas a la falta de higiene. Las inundaciones y otros desastres relacionados con el agua representan 70% de todas las muertes relacionadas con desastres naturales (https://bit.ly/3wt7DWB).
Hay más datos que prenden las alarmas en materia del cuidado del agua:
- Cerca de 1,200 millones de personas, casi una quinta parte de la población mundial, vive hoy en regiones con escasez de agua, y otros 500 millones se están aproximando a esta situación.
- Se estima que para el año 2025, 1,800 millones de personas vivirán en países o regiones con una drástica falta de agua, y dos tercios de la población mundial podrían encontrarse en condiciones de escasez.
- Se estima que con un aumento de 2 grados de la temperatura de la Tierra, las sequías serían 65% más frecuentes y, por otra parte, crece la posibilidad de eventos climáticos que causen inundaciones (https://bit.ly/36DZcg8).
La otra gran presión contra el agua es el desarrollo. “El agua invisible utilizada en el proceso de producción de un bien cualquiera (agrícola, alimenticio o industrial) se denomina “huella hídrica”. Según datos de la Red de la Huella Hídrica (Water Footprint Network), para producir un kilo de legumbres se necesitan de media unos 3,000 litros de agua. Un kilo de ternera requiere de 15,000 litros de agua, pues hay que contabilizar la cantidad de agua que ha bebido el animal, el forraje que ha comido y los servicios que ha necesitado a lo largo de su vida)
Frente a estos datos, ¿qué podemos hacer para cuidar y usar adecuadamente el agua? Aquí algunas recomendaciones.
- Opciones alimentarias: reducir el desperdicio de alimentos, probar el “lunes sin carne” (la producción de carne requiere más agua y combustibles fósiles que las verduras y los granos), apoyar la agricultura sostenible comprando alimentos de granjas sostenibles.
- Opciones hídricas: ahorrar agua, ahorra energía utilizando menos agua en el hogar, comprar menos cosas promoviendo la reutilización y reciclaje de los productos, decir no al agua embotellada (en 2006 se requirió el equivalente a más de 17 millones de barriles de petróleo para producir el plástico del agua embotellada en Estados Unidos).
- Opciones energéticas: ser eficientes comprando productos energéticamente eficientes cuando reemplace sus electrodomésticos antiguos, fomentar la energía renovable con el uso de paneles solares eléctricos y muchos otros sistemas eléctricos renovables, cambiar a una fuente de energía verde (https://bit.ly/36cI6WY).
Frente a la evidencia, solo queda la conveniencia de cuidar el agua. Llegamos a un punto crítico donde debemos actuar para evitar la catástrofe. Es momento de pasar a la acción porque sin agua se nos va la vida.