Los jóvenes siempre han jugado un papel fundamental en los cambios sociales y políticos. Su rebeldía y aspiración por transformar el entorno han sido el motor de movimientos revolucionarios documentados por la historia. A ello se suma ahora la masificación de las tecnologías de la información y las comunicaciones. Todo este conjunto está provocando cambios profundos en la cultura política y en las formas de participación social.
Los ejes de la discusión política, anteriormente centrados en los medios de comunicación –escritos y electrónicos-, los foros públicos y los espacios partidistas, están transitando hacia Internet y a las redes sociales.Estamos asistiendo al surgimiento de la primera generación de “ciudanautas”, jóvenes entre los 18 y los 29 años que han hecho de las redes sociales el instrumento para el ejercicio de una ciudadanía virtual, pero de gran eficacia política e impacto cultural.El intenso debate que hoy entrecruza las redes sociales, con respecto al proceso político-electoral de julio de este año y la valoración de las fortalezas y debilidades de los candidatos a la Presidencia, es una muestra palpable del músculo que tienen estas redes.Particularmente llama la atención el reciente movimiento estudiantil originado en la Universidad Iberoamericana, que ha salido de dicha escuela y está llegando a las calles bajo la denominación “Yo soy el 132”, haciendo alusión a un video de 131 estudiantes de dicha universidad donde se defienden de acusaciones de haber sido manipulados para protestar contra un candidato presidencial. A dicha protesta han sumado su demanda de mayor democratización y objetividad de los medios de comunicación nacionales.Los jóvenes mexicanos (entre 15 y 29 años a la fecha) habían estado muy distanciados de la política, sus actores y sus instituciones. Según la Encuesta Mundial de Valores 2005-2008, 53% estaba poco o nada interesados en la política y 78% no confiaba en los partidos políticos.Los espacios creados por Internet le han dado voz a millones de estos jóvenes, cuyo escepticismo, con respecto de la democracia formal y la rigidez de la política, los ha llevado a buscar nuevos y más efectivos canales de expresión y comunicación y capacidad de decisión en los temas públicos, y los han encontrado precisamente en las redes sociales.La reciente encuesta de la Asociación Mexicana de Internet (Amipci), denominada “Hábitos de los Usuarios de Internet en México”, confirma la rápida expansión de esta tecnología. En el 2011 el número de internautas alcanzó la cifra de 40.6 millones, lo que representa un incremento de 14% respecto de 2010. Pero más interesante aún, es cuando desentrañamos las prácticas de los usuarios de Internet: 77% de los internautas accede a las redes sociales, y de ellos, la mayoría son jóvenes, así 80% de los internautas recuerda la propaganda política que recibe dentro de las redes sociales y 4 de cada 10 internautas mexicanos que han dado clic a publicidad política, se han hecho fans o seguidores de algún candidato o partido; y de ellos, 40% votarían por éste en las próximas elecciones.Los jóvenes mexicanos están buscando mayor visibilidad política a través de las redes sociales; es ahí donde han encontrado formatos de expresión y participación flexibles y adecuados a sus valores y su cultura.Los jóvenes “ciudanautas” son un sector cada vez más influyente en la generación de los consensos políticos y sociales, y también en la construcción de una gobernabilidad democrática en la época de las nuevas tecnologías. Todo parece que en México están despertando. ¿Estamos por vivir una “primavera mexicana”? Esto haciendo alusión a los movimientos políticos que derrocaron regímenes de viejo cuño en el norte de África y en países musulmanes.Espero sus comentarios.