La salud es un derecho humano universal. La garantía del acceso a la salud está incluido como una obligación en prácticamente todas las constituciones políticas de los gobiernos del mundo.
Sin embargo, hoy en día, según datos de la Organización Mundial de la Salud, la mitad de la población mundial no puede acceder a los servicios esenciales de salud. En México, pese a los avances logrados con el Seguro Popular, hay todavía 18% de los mexicanos excluidos de los sistemas de salud.
Aún con las inversiones realizadas y los crecientes presupuestos para la salud, la universalización del acceso a la salud y la garantía de que este acceso sea de calidad, son retos todavía muy complejos para la mayoría de los países en desarrollo, como es el caso del nuestro.
La salud ha tenido avances importantes en las últimas décadas. Hemos pasado de una mejoría notable en la atención de las enfermedades hacia un enfoque de prevención. Y gracias a los avances en la genética y el big data, que han permitido descifrar el genoma humano, entramos a un nuevo enfoque: la predicción. Con la información anticipada de las potenciales enfermedades del ser humano, estaremos en condiciones de desarrollar medicamentos adecuados que garanticen el goce pleno de la salud y eviten los inmensos gastos en la atención de la salud.
Un avance también sustancial en la salud es la incorporación de las nuevas tecnologías, que ha dado como nacimiento a lo que se denomina la eSalud, que considera la incorporación de la tecnologías de la información y comunicación (TIC) y que incluye tareas de prevención, diagnóstico, tratamiento, seguimiento y gestión de la salud. La idea de sumar las nuevas tecnologías a las actividades sanitarias es mejorar la eficacia y bajar de manera importante los costos de los servicios sanitarios.
Algunos de los principales resultados del uso de la tecnología en la salud son los siguientes:
- Predicción y atención oportuna de las enfermedades. La atención de la salud produce millones y millones de datos que son muy complicados de procesar por los medios tradicionales. La incorporación del big data a la salud ha permitido procesar la cuantiosa información para darle valor con sofisticadas y complejas técnicas estadísticas que permiten identificar con oportunidad factores de riesgo, incluso se está llegando a identificar riesgos individuales en tiempo real. El producto del uso del big data en la medicina va a permitir revolucionar la efectividad de las estrategias preventivas.
- Medicina móvil. El uso de múltiples aplicaciones y dispositivos “vestibles” o incorporados en el cuerpo humano, conectados a nuestros celulares o tabletas, permitirá tener control en tiempo real de la salud de las personas. El conocimiento en línea de las variaciones de salud nos ayudará a reaccionar de manera oportuna y eficaz a cualquier riesgo de salud, principalmente en el caso de enfermos con padecimientos graves crónicos o en estado de vulnerabilidad física o mental. Se espera que el mercado de la medicina móvil alcance los 58,000 millones de dólares en 2020. Actualmente, sólo en Estados Unidos, hay 90,088 aplicaciones disponibles, el doble de las que había en 2012.
- Medicina a distancia. La posibilidad de conexión a Internet y el uso de dispositivos “vestibles” que monitorean la salud, así como la transmisión de imágenes de gran calidad y la robotización de las cirugías, pronto abrirán nuevas oportunidades para llevar los beneficios de la medicina a lugares lejanos de difícil acceso. Estamos ya viviendo casos de cirugías asistidas por médicos especialistas distribuidos en diferentes lugares, así como consultas y diagnósticos remotos a través de compartir información precisa de los pacientes a doctores localizados en varias localidades.
Además de su importancia por su impacto, la eSalud está desarrollando un nuevo mercado. Los padecimientos que se espera que usen más la eSalud son:
- Diabetes: De 4.5 millones de personas en 2014 a 13.7 millones en 2020.
- Hipertensión: 9.7 millones de personas en 2020.
- Corazón: 3.1 millones de personas en 2020.
Los avances en la eSalud están adquiriendo velocidades insospechadas, donde la información de calidad, soportada en análisis estadísticos sofisticados; el uso de dispositivos “vestibles” que transmiten datos del estado de salud de los pacientes en tiempo real, así como la incorporación de la inteligencia artificial y la robotización de los hospitales, pronto provocaran nuevos modelos de atención a la salud. Estamos caminando hacia un modelo basado en la predicción de los riesgos de salud y la medicación personalizada con base a la explotación de la información genética de cada persona.
Los cambios en la medicina apenas empiezan. Pronto veremos mayores transformaciones en los componentes y actores de los sistemas de salud. Esperemos que esta nueva promesa de cambio permita darle acceso a millones de personas excluidas de la salud en el mundo y en nuestro país, y a la vez nos ofrezca mejores niveles de bienestar para disfrutar de una vida plena y sana.