La pandemia detuvo la dinámica mundial, y junto con ello nos despertó a una nueva realidad, donde hemos entendido que, pese a los avances logrados, seguimos siendo muy vulnerables y compartiendo un destino común –unidos tecnológicamente, pero también humana y logísticamente hablando, entre muchos aspectos-.
Frente a este hecho histórico, la primera reacción ha sido la de adaptarnos a la nueva realidad aislándonos en nuestros hogares, limitando el contacto social y atendiendo estrictos protocolos sanitarios. La prioridad ha sido detener los avances de la cadena de contagio y evitar los daños a la salud y la vida humana.
Ello ha tenido repercusiones todavía difíciles de dimensionar. Solo hemos logrado avanzar en la cuantificación de los daños a la salud y a la economía, pero está claro que las consecuencias son en muchas más áreas de la actividad y vida humana, y a diferentes plazos. Algunos daños todavía no los hemos abordado en todo su impacto, como es el caso de los saldos en la educación y la salud mental de nuestros niños y jóvenes.
Pero todo se supera tarde que temprano. Es la historia del hombre que enfrenta, vence y avanza. Frente a esta grave crisis mundial, la ciencia, la tecnología, la innovación y la colaboración salió al quite del reto y en tiempo récord tenemos vacunas para enfrentar al virus y recuperar la normalidad.
Está claro que con la vacunación de la población mundial regresaremos a nuestra vida colectiva, la duda es cuándo lo hará cada país, porque dependerá de sus capacidades de vacunación. Algunos países recuperarán su normalidad antes, con sus claros beneficios, otros tendremos que esperar. También esa es la historia de la humanidad: la desigualdad y las diferencias.
Mas allá de los tiempos, cada vez existe mayor consenso en que el regreso que tendremos después de la pandemia no será a la misma normalidad que teníamos antes. Vamos a enfrentar una nueva realidad, que nos invitará a cambiar. Ahí estarán nuevos retos que tendremos que enfrentar y que ya empiezan a visualizarse. Dependerá de cómo los entendamos y nos adaptemos a este nuevo entorno, como podremos salir fortalecidos y en desventaja a un nuevo mundo: el nuevo siglo XXI y el siglo XXI.2.
Aquí algunos cambios que fueron una respuesta a la pandemia, pero que continuarán profundizándose en el área de los negocios:
- El trabajo remoto llegó para quedarse. Tendremos que adquirir nuevas competencias y habilidades para trabajar a distancia, desde nuevos modelos gerenciales y de trabajo basados en resultados hasta entender la nueva realidad del mercado laboral que será más flexible y global.
- Se transforman los entornos laborales. Desaparecen las grandes oficinas físicas y se convierten en espacios reducidos, colectivos y flexibles de trabajo colaborativo. A cambio, aparecen los espacios de trabajo en nuestros hogares. Estos cambios tendrán importantes repercusiones en los mercados inmobiliarios, en el transporte y las comunicaciones.
- Existirá una marcada reducción de los viajes de negocios. La virtualidad de las reuniones nos demostró que se pueden eliminar al menos 50% de nuestros viajes de negocios, que ahora serán menos, más intensos y de mayores resultados. Este cambio impactará a la industria aérea, hotelera y turística.
- Se acelerará el comercio electrónico y empezarán a desaparecer las tiendas físicas. Ello obligará a un cambio en los modelos de negocios y logísticos de todo tipo de empresa. Pronto adquiriremos todo por Internet y será la excepción acudir a una tienda o negocio.
- Aumentará nuestra dependencia de la tecnología. Se fortalecerán los servicios tecnológicos para las empresas, organizaciones y personas, al diseñarse nuevos modelos virtuales más fáciles de usar, más seguros, de mayor calidad y de menor costo. Seremos dependientes de la tecnología casi como hoy necesitamos el oxígeno para respirar.
Todos estos cambios en los negocios transformarán también nuestros hábitos y a nuestras sociedades. Hay más reconversiones, principalmente en salud, educación, en los retos personales y globales. Espero irlos abordando en las siguientes colaboraciones.
Estamos convencidos que ya pronto estaremos de regreso, pero no será igual. Así que tenemos que entender los cambios y prepararnos. Hay una nueva agenda que tenemos que abordar.