Iniciamos el año con el ataque con drones de Estados Unidos en Irak que dejó varios muertos, entre ellos, el objetivo militar que buscaban los norteamericanos, al jefe de las Fuerzas de Movilización Popular y poderoso general iraní, Qasem Soleimani.
Bienvenidos a la Guerra 3.0, donde los artefactos tecnológicos, dotados de inteligencia artificial, serán los principales protagonistas. Los grandes ejércitos de humanos van a ser cambiados por drones, robots, aviones teledirigidos, cohetes ultrasónicos y espaciales y demás.
Al ejército de Estados Unidos le bastaron unos segundos para localizar, identificar, atacar y destruir un convoy militar de varios vehículos fuertemente armados del ejército iraní en los alrededores del aeropuerto de Bagdad. Las imágenes que se compartieron en redes sociales son contundentes y espeluznantes. La barbarie del más fuerte, ahora en imágenes de videojuegos.
Es un hecho que los avances de las nuevas tecnologías y la industria militar ya nos sitúan en una nueva escena en los conflictos bélicos de escala estratégica, donde dominan las máquinas y la inteligencia artificial. De ahí que los nuevos protagonistas de las guerras por venir serán nuevos y mortíferos artefactos.
Algunos de ellos:
- Ejército de drones. Pronto serán parte de la escena de guerra los enjambres de pequeños drones conducidos por inteligencia artificial. Teledirigidos a kilómetros de distancia, surcando los cielos a baja distancia del suelo para no ser detectados, tendrán la capacidad de examinar el terreno y los objetivos, ya sea para guiar en el ataque a armas más grandes o para usar armas pequeñas con capacidad de dañar a gran escala o con explosivos potentes que transportarán.
- Láseres de vómito. El ejército ruso está probando potentes láseres a distancia que ciegan a los soldados contrarios y les producen vómito al deslumbrarlos. Se están usando principalmente para “suprimir eficazmente” la tecnología de visión nocturna. Hasta ahora han logrado ser utilizados a una distancia de 5 km.
- Armas espaciales. Ni el espacio se escapa de la lucha armamentista. El uso del espacio para objetivos militares en más fácil y barato. Es muy probable que pronto se usen misiles diseñados para que sean lanzados desde el espacio. Estos misiles harán impacto en aviones y objetivos estratégicos de comunicaciones. Estados Unidos ya tienen una fuerza especial para ello.
- Armas nucleares hipersónicas. Usando tecnología de vanguardia, que permite que un misil hipersónico viaje cinco veces más rápido que la luz, estos armamentos -dotados de ojivas nucleares- son casi imposibles de detectar y defender. Aquí existe una cerrada competencia por dominar esta nueva arma entre Estados Unidos, China y Rusia.
- Robots asesinos. Esta arma se configura según el terreno y el objetivo, pero son capaces de desarrollar una gran autonomía para lograr su meta. Además se les está dotando de equipo de apoyo para lograr lo establecido sin ayuda humana.
- Camión militar lanza drones. De factoría china, este camión autónomo y dotado con 12 drones, se convierte en una nave madre de destrucción. Los drones están especializados para tareas de vigilancia y ataque letal.
Lo que acabamos de ser testigos a inicios de este 2020, con el ataque con drones en el aeropuerto de Bagdad, es una muestra contundente que ya cambiaron los criterios y estrategias de la guerra. Empiezan a quedarse rezagadas las grandes tropas de soldados equipados con armas y artefactos de defensa, para dar paso a equipos teledirigidos a grandes distancias, armas hipersónicas o espaciales, y sofisticados armamentos autónomos dotados de inteligencia artificial.
Entramos a una nueva época de guerra, donde la tecnología dominará la cantidad y la fuerza humana. Una época probablemente de mayor capacidad de destrucción en menor tiempo. Hay muchas preguntas sobre lo que estamos empezando a ver, muchas preocupaciones, y pocas ideas de cómo evitar que nos sigamos destruyendo poco a poco o de manera más acelerada. Ya veremos.