Hace algunos años hablamos de la probable muerte de la web, debido al surgimiento y vertiginoso crecimiento de las aplicaciones en los dispositivos móviles, o conocidas también como apps. En aquel entonces decíamos que con la aparición del iPhone y de los sistemas operativos de los celulares inteligentes y las tabletas, las apps estaban desplazando a la web al permitir herramientas especializadas, más robustas, que ofrecían la conexión directa y con mayores estándares de seguridad.
Las apps han sido tan exitosas que actualmente se calculan 11 millones de estas en las principales tiendas de los grandes jugadores tecnológicos como Google Play, AppStore, Windows y Amazon. El otro dato impresionante es que al año hay más de 250 millones de descargas de aplicaciones en el mundo.
Citemos el refrán del pueblo Yaqui: “Antes como antes, ahora como ahora”. Resulta que ha aparecido un nuevo reemplazo de las apps, una mezcla entre una app y la web: las apps web. Ello debido al crecimiento del cómputo en la nube y a la mejora de las velocidades de conexión a Internet.
Las apps web son un programa informático con la misma robustez de las apps convencionales, pero que se encuentra alojado en un servidor remoto en la nube, que se comunica con los dispositivos móviles mediante una interfaz del navegador. Esto no es novedad, puesto que hay un sinnúmero de servicios web que, desde el punto de vista conceptual, también podrían ser calificados como apps web.
Una de las nuevas ventajas de este nuevo tipo de apps es que podrían ser personalizadas y modulares con varios servicios en la misma herramienta. Por ejemplo, una app personalizada podría contener servicios de correo web, acceso directo para compras electrónicas a los proveedores y chats privados.
Otra ventaja de este nuevo tipo de herramientas es que no será necesario descargar el programa en el dispositivo móvil. Se accederá directamente a través del navegador.
Para el funcionamiento de una aplicación web se requieren varios componentes: servidores remotos donde resida el programa y otro de aplicaciones, con la base de datos respectiva, y la conexión a Internet. Los servidores en la nube sirven para recibir y procesar las solicitudes, y la base de datos para registrar las transacciones y almacenar la información.
Entre los principales beneficios de las aplicaciones web, destacaríamos:
- Variedad de uso y flexibilidad para su personalización. Ahora las funcionalidades de las apps se expandirán, pues podremos sumar las que nos interesen, como si fuera una pieza del rompecabezas.
- No será necesario descargar la aplicación. Ello ayudará a evitar ocupar la capacidad de almacenaje en los dispositivos.
- Mayor colaboración. Las aplicaciones web permitirán que múltiples usuarios accedan a la misma versión de aplicación.
- Acceso a través de varias plataformas. La aplicación web permitirá el acceso a través de una computadora de escritorio o portátil, celular o tableta.
Pronto veremos una nueva revolución en el mercado de las aplicaciones con el nuevo modelo de aplicaciones web, donde la flexibilidad abrirá nuevas opciones para ser más productivos, mejorará la colaboración y abrirá nuevos espacios a la innovación.