Israel Ruiz, un ingeniero de origen español de 43 años, es el número dos delMassachusetts Institute of Technology (MIT), una de las escuelas más prestigiosas y vanguardistas del mundo, cuna de científicos y emprendedores. De sus aulas han salido 78 premios Nobel.

Ruiz es el impulsor de edX, una plataforma de educación digital sin fines de lucro surgida de una alianza histórica entre la Universidad de Harvard y el MIT, su objetivo: democratizar la educación a nivel mundial.

EdX (www.edx.org) ofrece cursos en línea de gran calidad y totalmente gratuitos en las áreas de química, electrónica, física, ingeniería, matemáticas, medicina, energía, economía y finanzas, administración de empresas, filantropía, literatura e historia, entre muchas otras, impartidos, además de Harvard y el MIT, por universidades como Berkeley, Georgetown, Bombay, Kyoto, Pekín y Toronto.

Ruiz se pregunta: “¿de qué sirve un profesor malo que te explica presencialmente las leyes de Newton en el salón de una universidad, cuando hay un profesor muy bueno que te las explica online?”.

La tecnología ya revolucionó la música, el cine, la telefonía, la fotografía, la edición de libros, las comunicaciones, la industria del entretenimiento, la banca, las finanzas, el comercio, contribuyó a forjar redes sociales a las que están conectados mil 200 millones de seres humanos (Facebook). Ahora le toca su turno a la educación.

Dice Israel Ruiz que estamos en el umbral de una verdadera revolución en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en la estructura del sector educativo. La expansión de la educación digital, tan sólo en Estados Unidos, pondrá en peligro a 4,000 universidades y provocará una depuración de aquí a 10 años. No se trata de pronosticar el fin de la universidad, tal y como hoy la conocemos. Algunos analistas vislumbran a futuro un mundo híbrido, pero eminentemente digital.

¿Dónde están los retos? Uno de los más importantes es que las tecnologías de la información y la comunicación, las TIC, no garantizan automáticamente una mayor democratización de la enseñanza, un enfoque socialmente más incluyente de la educación.

Mientras para el MIT y Harvard, edX forma parte de su convicción de que “la educación es el factor que cambia el mundo” y que el creciente acceso a la misma por las vías digitales y sin costo significará para millones de personas conocimiento, movilidad social, cultura, ciudadanía; para otros actores se trata de un negocio muy rentable. La industria del e-learning movió en 2012 cerca de 90 mil millones de dólares a nivel mundial. Se corre el riesgo de que el mercado termine dictando los alcances y la pedagogía.

Y es aquí donde debe prevalecer el interés del Estado y la fuerza y cobertura del sistema público de educación superior, como está sucediendo en España, donde el gobierno, a pesar de las dificultades financieras generadas por la crisis económica, está habilitando cada vez más plataformas de educación online enfocadas a jóvenes en situación de riesgo, con rezago escolar, a los que habilita de tabletas y puntos de conexión libre a Internet de banda ancha, un servicio sin el cual toda aspiración de construir un sistema incluyente de e-learning estará destinada al fracaso.

En un mundo donde existen ya 2 mil 400 millones de seres humanos conectados al Internet, las posibilidades de la educación digital se vuelven asombrosas. Las posibilidades son infinitas, pero tenemos que garantizar la gobernanza social de la educación digital a través de una alianza entre el Estado, las empresas, las instituciones educativas y la sociedad civil.

EdX es una apuesta para hacer de la educación digital una vía para la construcción de un mundo mejor, con menos pobreza y menos ignorancia, más culto y más civilizado. Celebramos esta iniciativa emprendedora de Israel Ruiz de profundas implicaciones para el desarrollo humano.