La pandemia del Covid-19 trajo consigo un cambio inesperado y brutal: el confinamiento en casa de cerca de 40% de la población mundial y la transformación en la forma de trabajar de millones de empleados. Lo que nos ha salvado en este “cierre” brutal ha sido la tecnología, que nos permite mantener el contacto a la distancia y trabajar desde casa.
Y es precisamente el ámbito laboral el que probablemente sea el mayormente impactado por los cambios que de ser temporales, pueden convertirse en permanentes. Ya habían serios cuestionamientos a la forma “tradicional” de trabajar en oficinas físicas. Diversos estudios señalan que entre 40% y 50% de los espacios laborales son subutilizados. Además de otros estudios que concluyen que el diseño de espacios abiertos de trabajo ya no ofrece ventajas a la productividad de las personas.
A estas evidencias de un modelo de trabajo presencial en vías de agotamiento, se le suma la evidente insatisfacción de las personas por el tiempo y dinero que consume el transporte diario de casa al trabajo y de regreso, y sus efectos en materia de contaminación y generación de gases tóxicos.
Hoy, que a fuerzas hemos tenido que trabajar desde casa, la pregunta que flota es ¿qué permanecerá y qué será temporal de esta terrible coyuntura del coronavirus? Aquí algunos cambios laborales que probablemente serán parte de la “nueva normalidad”:
- Digitalización del trabajo. Si bien es cierto que muchas de las plataformas de trabajo a distancia, como las herramientas de colaboración y de videoconferencias, ya estaban disponibles, la necesidad nos obligó en esta pandemia a utilizarlas sin resistencias ni pretextos. Hoy ya probamos que es posible trabajar de manera eficiente y efectiva a distancia, que podemos tener reuniones virtuales con nuestros equipos, clientes y proveedores de manera fácil y sencilla. Con el uso forzoso de la tecnología digital nos hemos dado cuenta de que podemos ser más productivos y a la vez ahorrar tiempo y recursos. Estos resultados van a acelerar la digitalización del trabajo, y la transformación tecnológica de áreas como la telemedicina y la educación a distancia, y otras que se consolidarán como el entretenimiento basada en streaming y los videojuegos.
- Transformación de las oficinas físicas de trabajo. Es probable que después de la emergencia sanitaria muchas empresas no regresen con la misma cantidad de empleados a sus oficinas físicas. Se demostró las ventajas del trabajo en casa a gran escala, con beneficios importantes de ahorros en servicios y espacios físicos para las empresas, y también para los empleados en flexibilidad, ahorro de tiempo y calidad de vida. Es probable que las oficinas físicas de la “nueva normalidad” sean más chicas, con espacios solamente colectivos, temporales y flexibles, que utilizarán parcialmente los empleados para casos excepcionales que exijan la presencia física.
- Cambios en viajes de trabajo, eventos y convenciones. La dinámica virtual que hemos experimentado para reemplazar el desplazamiento físico a otras ciudades es probable que modifique para siempre los viajes de trabajo, eventos y convenciones y los lleven a versiones virtuales. Inclusive, debido al distanciamiento físico de las etapas en la reapertura de la economía, es posible que las reuniones entre diferentes áreas de una misma empresa se realicen en un entorno virtual.
- Crecimiento de la economía Grig. Ante la creciente opción del trabajo a distancia, basado en objetivos y tareas definidas, se abrirán nuevas formas de colaboración más flexibles más allá de nuestra empresa. Es probable que se fortalezca el mercado del trabajo abierto, móvil, remoto, bajo demanda e independiente. Así el talento y el conocimiento especializado tendrá más opciones para colocar sus capacidades ante varios empleadores y las empresas tendrán acceso a una nueva y renovada red abierta de capital humano.
La pandemia de la covid-19 en el ámbito laboral está provocando el aceleramiento de cambios que ya se venían gestando a partir del uso de la tecnología y el agotamiento de los sistemas tradicionales de trabajo, basados en la presencia física. Hay mucho que reflexionar sobre el experimento forzoso a gran escala que nos impuso la emergencia sanitaria y aprovechar aquello que nos haga más competitivos, más allá de la coyuntura.