La tecnología ha transformado el deporte de forma profunda y definitiva, y su impacto es innegable. Los deportes no solo son extremadamente populares (fútbol con 4,000 millones de aficionados, cricket con 2,500 millones, baloncesto con 2,400 millones, entre otros), sino también económicamente poderosos: el mercado global de apuestas deportivas alcanzó los 102.4 mil millones de dólares en 2023 y se espera que llegue a 243.7 mil millones en 2024.
Un área clave donde la tecnología ha marcado la diferencia es en las decisiones arbitrales. En el pasado, los errores arbitrales eran irreversibles, generando frustración entre los aficionados. La repetición instantánea cambió ese panorama, permitiendo corregir errores, aunque ralentizó el ritmo de los juegos.
Hoy, la tecnología va más allá de la repetición. En varios deportes se implementan sistemas automatizados que no solo eliminan el margen de error humano, sino que también aceleran los partidos. Aunque siendo precisos, las ligas aseguran que los árbitros seguirán siendo esenciales para decisiones complejas.
En el fútbol, el VAR (Video Assistant Referee) apoya a los árbitros en jugadas críticas como goles, faltas o penales. Sin embargo, algunos critican que ralentiza los partidos y genera confusión entre jugadores y aficionados.
En la NFL, cada anotación o pérdida de balón se revisa automáticamente. Por ejemplo, en el partido inaugural de Kansas City, una jugada clave fue anulada tras una revisión de apenas 90 segundos. En el tenis, el sistema Hawk-Eye Live ha ido más lejos, eliminando por completo a los árbitros de línea, ya que las decisiones sobre las líneas se automatizan.
El béisbol también ha adoptado tecnología avanzada con un sistema que determina automáticamente si un lanzamiento es bola o strike. Este sistema ha sido probado en más de 8,000 juegos de ligas menores y podría llegar a las Grandes Ligas próximamente.
En la NFL, se están probando cámaras automatizadas para medir con precisión la posición del balón, lo que podría eliminar el uso de cadenas para determinar los primeros downs. La NBA también investiga tecnologías que detecten automáticamente infracciones como el goaltending.
El impacto de la tecnología en el deporte es indiscutible. Si bien ha mejorado la precisión de las decisiones arbitrales, también ha generado debate sobre el tiempo perdido en revisiones y su efecto en la experiencia del espectador. A medida que estas tecnologías se perfeccionan, el desafío será equilibrar precisión y velocidad, garantizando justicia sin sacrificar la emoción que define al deporte.
La tecnología puede mejorar significativamente el deporte, pero su implementación debe ser cuidadosa para no comprometer la fluidez y el espectáculo que los aficionados tanto valoran.