En la era digital, el internet se ha convertido en una herramienta omnipresente que influye en casi todos los aspectos de nuestras vidas. A nivel mundial, el número de usuarios de Internet asciende a aproximadamente 5.35 mil millones de personas en 2024, lo que representa alrededor del 66% de la población mundial (World Population Review).
En México, según el INEGI, hay 97.0 millones de personas usuarias de Internet, lo que representa 81 % de la población de 6 años o más.
Un reciente estudio a gran escala, basado en datos de más de dos millones de personas de 168 países, publicado por la revista científica Nature, ha arrojado luz sobre cómo el acceso a internet afecta nuestro bienestar (bit.ly/3zqpYap).
Este análisis, liderado por Andrew Przybylski de la Universidad de Oxford y Matti Vuorre de la Universidad de Tilburg, revela hallazgos fascinantes y, a veces, preocupantes sobre la relación entre el uso de internet y la calidad de vida.
El estudio encontró que las personas con acceso a internet reportaron estar un 8% más satisfechas con su vida en comparación con aquellas que no tenían acceso. Vuorre compara esta diferencia con la satisfacción que se experimenta al dar un paseo por el parque. Los investigadores evaluaron múltiples indicadores de bienestar, incluyendo la satisfacción vital, las experiencias positivas y negativas, las relaciones sociales, el bienestar físico, la comodidad en el lugar de residencia y la motivación diaria. En general, el 84.9% de los resultados mostraron niveles más altos de satisfacción en todos estos aspectos entre los usuarios de internet.
Sin embargo, el estudio también revela un aspecto preocupante: las mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años que utilizan internet tienden a estar menos contentas. Este grupo está particularmente en riesgo de hacer un uso compulsivo de los servicios digitales, con un 11.3% en riesgo elevado según un informe del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad de la Información (ONTSI).
Las redes sociales, en particular, parecen ser un factor significativo. Según la psicóloga Andrea Vizcaíno Cuenca, las redes fomentan la comparación social y la exposición a estándares de belleza poco realistas, lo que puede llevar a una menor autoestima y un bienestar emocional reducido. Además, el ciberacoso es un problema grave que afecta desproporcionadamente a las mujeres jóvenes, contribuyendo a una percepción negativa de su entorno y comunidad.
Pese a las críticas de algunos expertos sobre la validez de la Encuesta Mundial Gallup utilizada en el estudio, es innegable que Internet tiene un impacto significativo en nuestras vidas. Mientras algunos argumentan que la desconexión digital podría disminuir la satisfacción vital, es crucial encontrar un equilibrio que maximice los beneficios del internet mientras se mitigan sus riesgos.
El Internet, como cualquier herramienta poderosa, tiene el potencial de mejorar nuestras vidas significativamente, pero también conlleva riesgos, especialmente para los grupos vulnerables como las mujeres jóvenes. La clave está en usarlo de manera equilibrada y consciente, asegurándonos de proteger a aquellos más susceptibles a sus efectos negativos.
Mientras seguimos explorando esta compleja relación, es fundamental promover una educación digital que fomente un uso saludable y beneficioso del Internet.