Los avances constantes de la tecnología nos permiten la creación de nuevos paradigmas, modelos y servicios de valor. Así, con cada nueva tecnología, se abren las posibilidades de innovaciones que impactan en lo personal, organizacional y social. Los cambios provocados por la tecnología son la constante de los últimos años y parece que esto seguirá sucediendo en el futuro.
Hace pocos años nos sorprendíamos del lanzamiento del Internet de la Cosas. Este concepto que alude a la interconexión de diferentes dispositivos, sistemas y sensores a Internet que permiten administrarlos y explotarlos. El Internet de las Cosas nos permite conectar en un solo sistema, para su gestión, dispositivos que monitorean la actividad física, cámaras, focos y televisiones inteligentes; sistemas externos, celulares y demás dispositivos digitales.
Ahora, gracias a la llegada de la conexión 5G, los avances logrados en materia de nuevos dispositivos y sensores inteligentes, en realidad virtual y aumentada, y la inteligencia artificial es que estamos pasando del Internet de las Cosas al Internet de los Sentidos. Se trata de un nuevo concepto que une lo humano, lo físico y lo digital para permitirnos tener una experiencia total a través de nuestros sentidos facilitada gracias a la tecnología (https://bit.ly/3jtXnGC).
¿Cómo será posible esta inmersión de los sentidos usando la tecnología? La empresa Ericsson elaboró un informe sobre las 10 expectativas de los consumidores relacionadas con la Internet de los Sentidos, “destacando que casi 60% piensa que el cerebro será la interfase de usuario”.
Aquí parte de las expectativas del informe:
- Vista: la mitad de los encuestados imagina que la diferencia entre la realidad física y digital habrá desaparecido casi por completo en 2030, debido a las pantallas holográficas en 3D. Será difícil discernir entre lo real y lo imaginario.
- Oído: traductores en tiempo real permitirán controlar nuestro entorno de sonido. Viajar al extranjero, impartir conferencias o trabajar en otro país ya no será un problema por la traducción inmediata.
- Olfato: 6 de cada 10 consumidores esperan poder visitar lugares lejanos de manera digital y experimentar los aromas naturales de esos lugares. En el mundo analógico ya se han hecho pruebas de libros con olores. En el digital, se intentó en películas de cine en los años 60, cuando la tecnología no era tan avanzada, además de cara, y la sensación de inmersión no era completa. Posiblemente sea el mayor reto al que nos enfrentamos, pues somos capaces de procesar unos 450,000 olores diferentes, una gama tan inmensa que el proceso resulta muy complejo.
- Gusto: en el futuro se buscará colocar un dispositivo en la boca que mejore digitalmente los alimentos que comemos, para que todo sepa exactamente como queramos o incluso para paladear los sabores de nuestra infancia o productos ya desaparecidos.
- Tacto: 6 de cada 10 piensan en la existencia de dispositivos que estimulen los nervios para sentir cualquier objeto o persona en 2030. Que los dispositivos tengan incluso esa sensibilidad de fuerza realizada al presionar un objeto. En medicina, por ejemplo, podría ser un significativo avance lograr reproducir en una pantalla la sensación de picar un brazo o incluso operar a una persona.
La tecnología relacionada con el Internet de los Sentidos avanzará en los siguientes años a tal grado que permitirá responder a nuestros pensamientos y compartirlos con otros a través del uso del cerebro como interfase entre el hombre y la tecnología (https://bit.ly/3BrCfXM).
Se estima que el Internet de los Sentidos será una realidad cotidiana en los próximos 10 años, donde será posible una interrelación absoluta entre el mundo físico con el digital. El reto de estos avances será el cuidado de la información sensible personal y organizacional.
Otra vez la tecnología nos sorprende. Con el Internet de los Sentidos se dará una nueva revolución en la forma en que nos comunicamos, sentimos, trabajamos, compramos, colaboramos y nos divertimos. Bienvenidos la fusión entre la realidad y la ciencia ficción.