La recientemente declarada pandemia del coronavirus o la enfermedad que provoca el virus, covid-19, por la Organización Mundial de la Salud, que ha infectado a cerca de 190,000 personas y matado a 8,000 en diferentes países del mundo, ha sido atendida por los gobiernos nacionales de diferentes maneras.
Algunos han decidido no darle demasiada importancia a este fenómeno infeccioso y otros han tomado medidas drásticas para disminuir la movilidad de su población, y con ello disminuir el crecimiento de las personas infectadas.
Los sistemas de salud están siendo probados a su máxima capacidad, y en los casos donde los crecimientos de contagios han sido exponenciales, como Italia y España, pese a tener buenos sistemas sanitarios, han sido rebasados.
La mayoría de países, en diferentes grados, han aplicado medidas de distanciamiento social para contener el crecimiento del contagio, que se calcula puede llegar entre 40% y 70% de la población mundial.
A la fecha, el índice de mortalidad del virus ha sido de 4.2%, si tomamos los casos de contagio y las muertes registradas. Entre los países con menores índices de mortalidad, se encuentra Corea del Sur, con 0.9%.
Los coreanos, al igual de los chinos, decidieron reforzar las medidas de combate al virus con el uso de la tecnología. China implementó un agresivo programa de vigilancia a través de sus cámaras de monitoreo, drones habilitados con cámaras y sensores de temperatura -que identificaban en las calles a potenciales contagiados-, robots para desinfectar grandes cantidades de superficies y proveer de medicamentos y demás necesidades a lugares comprometidos (hospitales y zonas de alto contagio), así como el uso de big data e inteligencia artificial para procesar la información y encontrar datos para mejorar la predicción, prevención y atención de riesgos.
También destaca el caso de Corea del Sur, con un índice de mortalidad 20 veces menor que el mundial, que ha implementado medidas innovadoras para controlar la contaminación del covid-19 a través de la implementación de una app denominada Self-quarantine safety protection, desarrollada por el Ministerio del Interior y Seguridad del gobierno de Corea del Sur.
Esta app es opcional para los ciudadanos surcoreanos y monitorea el aislamiento de las personas contagiadas con el covid-19. Esta plataforma ayuda a evitar el colapso de los centros de salud, la expansión descontrolada del virus y permite tener acceso a recomendaciones directamente de los especialistas desde un celular.
En Correa del Sur, las personas en aislamiento tienen prohibido salir de sus lugares de cuarentena, por lo que la app, a través del GPS del celular inteligente, controla dicha zona y avisa a la policía en caso de que se violen los límites establecidos. Los surcoreanos pueden solicitar permisos especiales y justificados para salir de sus zonas de aislamiento al gobierno a través de la plataforma.
Las personas en cuarentena tienen que ingresar a la app dos veces al día para diagnosticar e ingresar su estado de salud. Tiene acceso a la información de las reglas de vida a la que tiene que someterse, y a las personas de trabajo social, médicos y funcionarios responsables de brindarles apoyo.
Otra app surcoreana muy popular es la llamada Corona 100M. Esta aplicación tecnológica analiza datos públicos del gobierno y ofrece información a los usuarios de dónde se encuentran los lugares que han sido visitados por personas infectadas por el virus. Puede dar alertas de lugares en un radio de 100 metros donde ha pasado una persona infectada. Además provee información de los Centros de Control de Enfermedades de Corea del Sur, de la fecha de un paciente diagnosticado con Covid-19, su nacionalidad, edad, sexo y lugar para visitar.
Como vemos en los casos de China y Corea del Sur, el uso de la tecnología ha sido un magnífico aliado contra el covid-19. México puede aprovechar estos aprendizajes y evitar daños mayores y pérdidas humanas y económicas. Pero tendría que reaccionar rápido.