Hay muchos expertos que aseguran que el futuro está en las ciudades. Desde mediados del siglo XX se inició una transición de la población de las zonas rurales hacia estos asentamientos. Hoy, las urbes son el nuevo espacio común. Actualmente más de la mitad de la población mundial vive en este tipo de lugares. Cerca de 3,600 millones de personas hacen su vida actualmente en urbes de más de 300 mil habitantes, cifra que llegará a 7,000 millones en 50 años.
Ya hoy en día, las ciudades son el eje del desarrollo económico y social. Sin embargo, siguen arrastrando problemas muy serios en materia de planeación urbana y servicios públicos y en México, en particular, de sostenibilidad financiera.
Uno de los problemas más graves que enfrentan las ciudades es el transporte. Además de los problemas de contaminación de los vehículos automotores y la cantidad existente que provoca problemas importantes de congestionamientos de tránsito y accidentes, está el hecho de que no se ha encontrado una solución en el transporte público que evite el uso particular de los vehículos.
Por ello llama la atención una alternativa que se cree puede innovar el transporte urbano: la opciones de micromovilidad. Es un hecho que la mayoría de los pobladores de las ciudades hacen su vida alrededor de radios territoriales no muy extensos, esto es, sus necesidades principales de transporte son para cubrir distancias cortas. De ahí el éxito en algunas ciudades de los modelos de renta de bicicletas o patinetas eléctricas.
Pero, ¿qué es la micromovilidad? De acuerdo al sitio micromovilidad.es, es un “medio de transporte con el que las personas pueden desplazarse y que se caracteriza por tres elementos: es un modo de transporte predominantemente urbano, (utiliza) vehículos que pesan menos de 500 kgs. y su fuente de energía es eléctrica o eléctrico-asistida.
“La lista de vehículos que encajan son bastantes: bicicletas eléctricas, también conocidas como e-bikes, bicilec o pedelec; patinetes eléctricos; monociclos eléctricos; hoverboards; motos eléctricas; vehículos cerrados eléctricos (https://www.micromovilidad.es/articulos/que-es-la-micromovilidad-definicion)”.
La micromovilidad no es un tema nuevo en las ciudades, pero si es un modo de transporte que cada día es más usado como opción de transporte urbano. Aquí una cifras:
- En China, los viajes en bicicleta se han duplicado de 5.5% a 11.6% del total desde que se establecieron los sistemas de bicicletas a préstamo o rentadas, logrando que la congestión vehicular general en Beijing, Shenzhen y Guangzhou disminuyera entre 4% y 7%.
- En Londres, las bicicletas son el vehículo dominante en las horas pico, y aseguran que la congestión general se ha reducido en 40% desde 1999.
- En Estados Unidos, se calcula que en las principales ciudades 40% de los viajes en bicicleta inician o terminan en los centros de transporte público, y han tenido un aumento de 25% en los viajes de bicicletas compartidas en 2017 (https://venturebeat.com/2018/06/09/why-micro-mobility-startups-wont-survive-as-standalone-services/).
Hay un dato sorprendente que deja en claro la transformación que se da en el transporte urbano: “En muy poco tiempo, los scooters compartidos y las motos sin muelle han atraído a casi 500 millones de usuarios, lo que hace de la micromovilidad la adopción tecnológica más rápida de la historia (https://micromobility.io/).
Y parece que el fenómeno seguirá creciendo, principalmente en vehículos como bicicletas, motos y patinetas eléctricas en renta (dockless).
Las ciudades seguirán creciendo y tendrán que encontrar mejores soluciones a problemas tan graves como el transporte, donde la micromovilidad es una opción interesante, barata y atractiva para los citadinos.
En México, todos hemos sido testigos del éxito de la renta de bicicletas y patinetas eléctricas en la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. Habría que apostarle con mayor decisión a esta alternativa, ¿no creen?