La batalla digital que viene
El Internet y las redes sociales están dominando toda la actividad humana y acrecientan constantemente su influencia. Ahora la vida sucede primero en el mundo digital y después sale a expresarse al mundo real. Este fenómeno se da en todos los ámbitos, también en lo político, que ha sido un espacio siempre reticente a los cambios.
Las elecciones se han transformado en espacios más competitivos, donde la diferencia entre ganadores y perdedores es de escasos puntos. De ahí que los votantes indecisos se han convertido en el grupo más codiciado por el peso en el resultado final. Ningún partido político puede hoy competir y ganar sólo con su voto duro.
Dentro de las estrategias para captar el voto indeciso, el uso de las técnicas de investigación, uso y explotación de los datos y las plataformas sociales, están adquiriendo cada vez mayor importancia. Y a la luz de los resultados obtenidos, se espera que sea la gran arena política donde se decidirán las elecciones mexicanas del año que viene.
Un ejemplo de ello es el caso de la campaña desarrollada por Facebook en la pasada elección presidencial de Estados Unidos. La red social publicó un mensaje invitando a los ciudadanos a registrarse para votar (requisito previo para ejercer el voto). Aquí sus efectos: el The New York Times asegura que al menos en 18 estados, el número de votantes en un día se multiplicó por 20 comparado con los ejercicios similares tradicionales; y el Secretario de Estado de California afirmó que en el primer día de la campaña de Facebook se registraron 135,000 nuevos votantes en ese estado. Un dato más relacionado: la revista Wired publicó que el debate de candidatos presidenciales del 9 de octubre de 2016 fue presenciado por 63 millones de televidentes, pero en YouTube obtuvo 124 millones de visitas, 3.2 millones lo vieron en vivo por Twitter y la liga de ABC News por Facebook alcanzó 7.4 millones de visitas. ¿Más claro?
Por si alguien puede tener todavía dudas, revisemos el conocimiento y aprecio de los mexicanos sobre las plataformas digitales. Una encuesta del Centro de Estudios Sociales y de Estudios de Opinión (CESOP) de la Cámara de Diputados, dio a conocer los siguientes datos reveladores:
84.3% de los entrevistados sabe qué es una red social, 15.7% que no lo sabe se le explicó. 86% conoce o ha oído hablar de alguna red social.
El 64.5% es usuario de alguna red social: Facebook (97.5%), Instagram (76%) y Twitter (52.3%).
92.6% considera que las redes sociales vuelven más fácil “enterarse de lo que sucede en el país”. 89.9% declara que las redes sociales vuelven más fácil “expresar libremente su opinión”.
Pero, ¿qué técnicas han demostrado resultados en la batalla electoral digital? Hablemos de dos ejemplos: el proyecto MyPersonality de Cambrigde Analytica y del uso de los rankings de los buscadores.
Cambridge Analytica es una empresa que contrató la campaña del candidato Donald Trump. Ideó un método de recolección de datos diseñado por el psicólogo polaco Michal Kosinski. La aplicación, llamada MyPersonality, fue desarrollada para Facebook para obtener y analizar datos personales. Con base al análisis de las respuestas a una serie de preguntas y de las publicaciones que se dan ¨me gusta¨, permite definir el comportamiento y preferencias electorales. Se asegura que este método permitió saber con exactitud 95% de la raza del participante, 85% de sus preferencias políticas y 88% de su orientación sexual, entre otros datos.
Se dice que Cambridge Analytica usó los datos interpretados para decidir qué tipo de noticias debían de distribuirse en las redes sociales en cada estado norteamericano para desacreditar a Hillary Clinton. Los mensajes enviados eran adaptados a los destinatarios seleccionados bajo un criterio psicométrico por ser influenciables. Por su parte, un estudio denominado ¨El efecto de manipulación del motor de búsqueda y su posible impacto en los resultados de las elecciones de Estados Unidos¨ asegura que los rankings de los motores de búsqueda impactan de manera significativa en las opciones de los usuarios. El estudio practicado en 4,556 votantes indecisos representativos de Estados Unidos e India concluye que los rankings de búsqueda sesgados pueden cambiar las preferencias de voto de los de los indecisos en 20% o más, puede ser mucho mayor en algunos grupos demográficos y ocultados para que la gente no tenga conciencia de la manipulación.
Esta clara y probada la influencia de los espacios digitales. Ahora se empiezan a utilizar en las elecciones, pero desafortunadamente con el objetivo de manipular el voto. Son los nuevos peligros. De ello tenemos que estar concientes en México, porque es un hecho que las redes sociales serán el nuevo campo de batalla electoral.