La vuelta del futuro
Las últimas décadas han sido fascinantes. Ha cambiado casi todo: la forma en que nos comunicamos e interactuamos, trabajamos, aprendemos, comerciamos; nuestra relación entre nosotros, con las empresas, organizaciones y gobierno. La tecnología le ha dado un gran dinamismo a la historia. Ha rebasado la ciencia ficción y hoy nos sorprende con cambios cada vez más disruptivos. Nos cuesta imaginar qué sucederá en el futuro. Por ello esta tomando cada vez más auge la futulorología o estudio del futuro.
De acuerdo con Wikipedia, la ¨futurología, o los estudios del futuro, es la ciencia, arte y práctica de postular acontecimientos posibles, probables y preferibles y las visiones de mundo y mitos subyacentes. Los estudios del futuro buscan comprender lo que probablemente continuará, cambiará y qué será nuevo. Parte de esta disciplina busca un conocimiento sistemático y basado en patrones sobre el pasado y el presente y determinar la probabilidad de acontecimientos y tendencias futuros. Una parte clave de este proceso es la comprensión del impacto potencial futuro de las decisiones hechas por los individuos, organizaciones y gobiernos¨. Resume de manera contundente: ¨los líderes utilizan los resultados de este trabajo para ayudarse en la toma de decisiones¨. Tal vez en el mundo es así… menos en México.
Es difícil encontrar en nuestro país una organización pública o privada que estudie el futuro, o estudios de prospectiva. Todo nuestro esfuerzo esta dedicado al diagnóstico. Nos hemos olvidado del pronóstico. Y ello no es cualquier cosa, pues en un mundo altamente competido, quien no se prepara no puede asegurar su espacio en los próximos años. Una de las más terribles cosas pasa con nuestra educación: estamos educando para el siglo XX a nuestros niños y jóvenes, quienes tendrán que trabajar y competir en un complejo siglo XXI. ¿Cuál creen que es el futuro que nos depara como país?
Pero no todo esta perdido. Existen futurólogos que nos pueden ayudar a prepararnos para lo que viene. Uno de ellos, Ray Kurzweil, uno de los expertos más reconocido en predicciones del futuro, recientemente nos compartió sus predicciones para los próximos 30 años. Kurzweil predijo en el pasado con éxito que una computadora derrotaría al campeón mundial de ajedrez, que las computadoras recibirían instrucciones de los humanos por medios inalámbricos a través de Internet, que existiría la traducción de idiomas en tiempo real, entre
muchas otras cosas.
Pero ahora, ¿qué predice para el futuro de los siguientes 30 años? Cosas fascinantes que le darán nueva dinámica al futuro:
- La desaparición de las enfermedades a través de la existencia de nanorobots que van a introducirse en nuestros cuerpos para identificar
riesgos y resolverlos oportunamente, y con el cambio de nuestra alimentación con la aparición de sistemas automatizados y autoadministrables de alimentos (¿el fin real del hambre?). - La masificación de la realidad virtual, lo que permitirá ¨subir¨ nuestra mente/conciencia a una plataforma para ¨vivir¨ mundos alternativos.
- La fabricación de la nada de alimentos y objetos a través de la nanotecnología amigable. Estamos hablando de respuestas más complejas y automatizadas que los avances en materia de impresión en 3D.
- La expansión a mil millones de veces de nuestra inteligencia humana por medio de la conexión de nuestro cerebro a la ¨nube tecnológica¨. Habrá un ¨cordón virtual¨ que nos conectará con una expansión artificial de nuestra capacidad intelectual.
Todo parece que el futuro está de vuelta para volvernos a sorprender. Lo ola de cambios que viene se piensa que será muy superior a lo que ya hemos vivido. Entre las preocupaciones mayores que existen de ello, aplicable a nuestro país, es que ello provocará mayores diferencias entre los países y sociedades, dejando en claro que el factor de clasificación será el uso masivo y estratégico de la tecnología y el desarrollo competitivo logrado en la denominada economía del conocimiento.
Cuando estudio esta información me siento abrumado. El mundo cambiando de manera acelerada y los mexicanos inmersos en las diferencias entre nosotros, la acumulación de problemas no resueltos y la ausencia de liderazgos asertivo. México está más cerca del pasado y cada vez más lejos del futuro que está de vuelta.