Antecedentes
Hace unos días se celebró en Brasil un encuentro denominado Net Mundial, donde representantes de 80 países estuvieron discutiendo sobre el presente y el futuro de Internet, principalmente frente a los diferentes intentos de control de los gobiernos.
La polémica del control y vigilancia de Internet creció a raíz de 1) los atentados terroristas de 2001 en los Estados Unidos, 2) del uso cada vez más frecuente de la web para cometer actos criminales (secuestro, prostitución infantil, trata de personas, ataques cibernéticos, fraudes, etc.), y recientemente por 3) las revelaciones del exconsultor de inteligencia estadounidense, Edward Snowden, sobre la existencia de un sistema de espionaje masivo del gobierno de su país sobre el Internet, que alcanzó incluso a mandatarios extranjeros, lo cual desató la indignación internacional.
Los Acuerdos de Net Mundial
Los participantes de Net Mundial llegaron a cinco principales acuerdos sobre el futuro de Internet:
1. Mantener la red como un lugar propicio para la innovación y la creatividad.
2. Promover una mejor gestión de Internet, para que gobiernos, entidades de la sociedad civil y especialistas técnicos participen, con decisiones más transparentes, colaborativas y justas.
3. Pensar de que forma Internet debe promover los derechos humanos, como la libertas de expresión y de asociación, privacidad y el acceso a la información.
4. Diseminar patrones técnicos y arquitecturas de red abiertas y distribuidas, para no restringir la elaboración de nuevas herramientas en grupos o tecnologías específicas.
5. Diseñar las etapas para el desarrollo sobre la gestión de Internet y de los pasos a futuro.
Uno de los puntos más polémicos hace referencia a la neutralidad de red. El objetivo es que todos paguemos lo mismo por el acceso a Internet independientemente del uso que hagamos de la conexión, pagando únicamente diferentes cantidades en función de la velocidad de conexión. En este tema, los representantes de Estados Unidos manifestaron su oposición.
También destacó el discurso inaugural de la presidenta brasileña Dilma Rousseff, una de las personas espiadas por la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos, que convocó una reunión global de personalidades para redefinir la gobernanza de Internet.
Por su parte, Tim Berners Lee, padre de la web, sugirió incluso la necesaria creación de una Carta Magna Mundial de Internet que oriente el desarrollo de la red bajo principios comunes para proteger las libertades, y su neutralidad que evite mecanismos de censura y vigilancia global.
El fenómeno de Internet ya rebasó todas las predicciones y requiere de un urgente rediseño que logre asegurar su crecimiento, como base de una nueva economía impulsada por el conocimiento y la innovación; que concilie la necesaria vigilancia contra el terrorismo y el crimen; pero que no afecte las libertades de los usuarios y que garantice una mayor neutralidad tecnológica para evitar imponer criterios que limiten la necesaria competencia y el acceso a una mayor cantidad de usuarios en el mundo.
Esperemos que el llamado de la presidenta brasileña Rousseff haga eco en los líderes mundiales y pronto lleguemos a los acuerdos que aseguren que el Internet se convierta en un poderoso motor para la prosperidad mundial y la inclusión, con base a la igualdad de oportunidades para todos.