La próxima celebración de la Cumbre de la Tierra Río+20, en Río de Janeiro, Brasil, ha abierto un eje de discusión sobre la necesidad de impulsar un desarrollo urbano con sustentabilidad ambiental, que ponga en el centro de todo a los seres humanos y su calidad de vida.
De acuerdo con el diagnóstico de los organizadores de esta Cumbre, este nuevo milenio inicia con la mitad de la población mundial viviendo en ciudades, cifra que en América Latina es el 80%, y una acelerada tasa de urbanización.Afirman que las ciudades son territorios potenciales de gran riqueza y diversidad económica, ambiental, política y cultural; sin embargo, el modelo de desarrollo urbano actual contribuye a la depredación del medio ambiente, al caos y a la segregación social y espacial de millones de personas. De ahí la propuesta de trabajar por ciudades justas, democráticas, humanas y sostenibles.Se trata de una discusión absolutamente pertinente, del mayor interés para nuestro país, donde hoy el 72% de la población habita en zonas urbanas.En México la expansión desordenada de las ciudades se ha generado a partir de asentamientos informales en zonas de riesgo, no aptas para el desarrollo urbano, lo que ha derivado en precariedad, irregularidad y falta de equipamientos. Otros factores han sido la debilidad de los instrumentos de planeación, la falta en su aplicación, la incorporación desordenada de suelo y la autorización de desarrollos habitacionales cada vez más alejados de los centros urbanos.Este modelo de crecimiento ha implicado altos costos económicos, sociales y ambientales para los tres órdenes de gobierno y principalmente para la calidad de vida del ciudadano.La construcción masiva de viviendas ha sido el factor que más ha influido en la expansión incontrolada de las ciudades porque se ha llevado a cabo de manera horizontal, a veces sin control, sobre terrenos muchas veces dedicados a la agricultura o con vocación ambiental.En 30 años la población urbana en México creció al doble, pero el territorio de las ciudades creció en promedio siete veces.En la Zona Metropolitana de Toluca la población creció 3.25 veces y la superficie en hectáreas 26.28. En la Zona Metropolitana de Querétaro la relación es de 3.39 a 16.12.Aunque si bien es cierto que con menores contrastes, las principales ciudades de Sonora no escapan a esta dinámica de expansión horizontal y desordenada: en Hermosillo la población creció 2.41 veces y la superficie 5.27 veces; en Cajeme la relación es de 1.83 a 4.02 y en Nogales de 3.24 a 6.20.En las ciudades se genera el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero, y el transporte es causante del 13 por ciento de dichas emisiones. Por ello es urgente tener políticas verdes que les permitan ser más limpias, con usos más eficientes de los recursos hídricos, de energía y de transporte.Es cierto que en México estamos apenas al inicio de una nueva visión de desarrollo habitacional con movilidad sustentable, energías limpias, manejo de desechos y agua y sistemas de iluminación eficiente, pero creo que existe la conciencia y la voluntad en todos los actores –gobiernos, empresarios, urbanistas- en la necesidad de continuar y fortalecer este camino.México puede y debe contribuir a la consecución de los grandes objetivos de la Cumbre Río+20, entre ellos impulsar una urbanización con rostro humano y luchar contra el cambio climático que hoy representa una de las mayores amenazas para la humanidad.Hoy, estamos decidiendo lo que será nuestro futuro, de ahí la importancia de actuar con visión y responsabilidad hacia las generaciones que vienen.Espero sus comentarios.