Los presupuestos son más que asignación de dinero público a programas y áreas de gobierno, son más que un instrumento técnico de gasto: indican con claridad dónde están las prioridades políticas, construyen, afianzan, premian y también castigan.
Así sucede con el Presupuesto de Egresos de la Federación 2020 (PEF), el cual está dotado de 6.1 billones de pesos.
¿Quién gana y quién pierde en el PEF 2020? A Segob le redujeron sus recursos en 90%, al pasar su presupuesto de 60.7 mil mdp este año a 5.8 mil mdp, ya que las tareas de seguridad pasaron a la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
El presupuesto de la Secretaría de Turismo tuvo una disminución de 42%, lo que denota el interés de la actual Administración en esta actividad, evidenciado en la decisión de cerrar las 22 oficinas del Consejo de Promoción Turística ubicadas en el extranjero.
Llama la atención la reducción de los dineros a la SEDATU en 42%, lo que habla también de la escasa importancia que se le otorga al tema del desarrollo urbano ordenado y sustentable. La Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) vio reducido su presupuesto en 33%, signo de que el programa estrella de esta dependencia, Jóvenes Construyendo el Futuro, no está dando los resultados esperados.
SCT recibe 12 mil mdp menos, lo cual nos lleva a preguntar qué importancia le asignarán a los proyectos de infraestructura carretera y portuaria, que son grandes generadores de empleo y fortalecen la competitividad económica.
La Secretaría de Salud recibe un incremento de 0.2% en un momento en que ha quedado en evidencia el grave problema de medicinas e infraestructura por el que atraviesa el sector. El programa de salud materna pierde 5.5%. Los programas de atención a VIH/SIDA, sobrepeso, obesidad y diabetes tienen ampliaciones.
En un contexto de incremento de la violencia, resulta preocupante que se autoricen magros recursos para seguridad y se disminuya en mil 500 mdp el presupuesto de la Fiscalía General de la República.
En cuanto a los órganos autónomos, estos reciben un golpe presupuestal, particularmente visible en el caso del INE que recibe casi mil mdp menos.
¿Quién gana en el PEF 2020? Energía, que recibe 78% más de recursos, entre otros, para la construcción de la refinería de Dos Bocas, Tabasco.
Pemex contará con un presupuesto casi 9% superior. La principal empresa del país está al borde de perder el grado de inversión que le otorgan las calificadoras de riesgos y, con ello, podría arrastrar al país hacia escenarios indeseables. La única opción para relanzar a la petrolera es abrir las puertas a la inversión extranjera, sin embargo, es claro que esta opción no le agrada al presidente.
Se fortalecen presupuestalmente los programas sociales propuestos por el presidente. En este contexto, la Secretaría de Bienestar, a cuyo cargo se encuentran los programas sociales emblemáticos del presidente -Sembrando Vida y las pensiones para adultos mayores y personas con discapacidad- tendrá un presupuesto récord de 181.5 mil mdp. Resulta esperanzador y digno de reconocer que en el PEF 2020 se establezca la obligación de dotar de reglas de operación a varios de estos programas y de publicar los padrones de beneficiarios en formato de datos abiertos.
¿Cuáles son las claves políticas del PEF 2020? Primero: la propuesta que envió el Ejecutivo federal al Congreso pasó prácticamente sin cambios, lo que habla del débil contrapeso del Poder Legislativo a las propuestas del presidente López Obrador, pese a que públicamente se ventilaron importantes diferencias entre legisladores del bloque de Morena.
En segundo lugar, a diferencia de sexenios anteriores, donde el PEF se aprobaba por unanimidad, es decir con el consenso de todas las fuerzas políticas representadas en la Cámara de Diputados, el correspondiente al año próximo fue objeto de conflicto y desencuentros, al grado de que los legisladores del PAN se ausentaron de la votación final.
En síntesis: tenemos un PEF 2020 complicado y que no augura necesariamente mejor salud y educación, más seguridad ni mayor crecimiento económico. Así las cosas.