La cantidad de información existente y la velocidad de su procesamiento para la toma de decisiones para conservar y crecer sus posiciones competitivas en el mercado, han puesto en desventaja a muchas empresas, principalmente a las de menor tamaño.
Las grandes empresas han enfrentado el reto de la competitividad acelerada a través de importantes inversiones en infraestructura de big data e inteligencia artificial. Ello las ha colocado con una clara ventaja porque han convertido los datos en elementos de valor para su estrategia de negocios. El problema para lograr esta infraestructura de explotación automatizada de la información es que se requieren de grandes inversiones de capital financiero y humano, además de tiempo. Pero, ¿cuál será la alternativa para las pequeñas y medianas empresas en esta carrera?
Según los especialistas, la opción es empezar por asumir la nueva realidad de que los datos mandan y a partir de ahí asumen un enfoque de empresa data-driven o empresa basada en datos. ¿Qué es una empresa basada en datos? Los especialistas dicen que se caracterizan por dos rasgos: 1) están orientadas en tomar decisiones considerando los datos, en vez de hacerlo basados en la experiencia, la intuición o en modelos preestablecidos; y 2) y están decididas a automatizar sus decisiones eliminando o reduciendo al mínimo la intervención humana.
¿Y de dónde nace este planteamiento? Del convencimiento de que no hay otra alternativa en un mundo digital, marcado por la innovación y la creatividad, que acelera constantemente la competencia en un entorno globalizado e hiperconectado. Hay quienes aseguran que la decisión es vital no solo para competir, sino para subsistir: cambiar o morir.
El enfoque de una empresa basada en datos es radical. No es solo el uso de algunas herramientas para extraer datos y algunas operaciones para analizarlos. Hay que desarrollar una cultura donde la información esté al centro y todos los participantes en la organización trabajan para explotarla, para convertirla en insumos con valor. Un elemento que ayuda a la cultura de las compañías que operan así es que trabajan enfocados en objetivos empresariales y desde ahí los bajan hasta convertirlos en objetivos de evaluación de los propios empleados. Todo se basa en la evaluación de los resultados.
Y usan diferentes herramientas para la recolección, ordenamiento y procesamiento y distribución de datos en la empresa. Uno de los atributos que buscan con ello es ganar en tiempo y velocidad para convertir la información en tangibles. Se plantean las decisiones como si fueran problemas científicos y no se detienen a seguir las tendencias, más bien las crean.
Ya existen estudios que miden las ventajas que obtienen este tipo de empresas. El McKinsey Global Institute asegura que las empresas basadas en datos tienen 23 veces más probabilidades de adquirir clientes, seis veces más probabilidades de retenerlos y 19 veces más probabilidades de ser más rentables. ¿Algunos ejemplos de estas empresas? Google, Facebook, Amazon y Uber.
Las cinco etapas que cubren las empresas que usan estratégicamente los datos son: a) resistencia, cuando los empleados se oponen a la idea; b) consciencia, empiezan a entender la importancia de ellos; c) análisis, se usan en la compañía; d) comprensión, se empiezan a usar de manera generalizada en la corporación, y e) organización basada en ellos y su uso se convierte en un cultura y base de la estrategia de la empresa.
Para poder transformar la vida de la compañía hacia una empresa de datos, se requieren de los siguientes elementos: tecnología (abierta, flexible, escalable y móvil), gobierno de datos (reglas, procesos, políticas) y organización (estructuras y procesos basados en datos).
En México hay un estudio del BBVA, denominado II Estudio de Transformación Digital en México, hecho a las empresas mexicanas que habla del poco avance en este tipo de nuevo enfoque en nuestro país: en 40% de las empresas los datos se consideran inconsistentes y duplicados, lo que hace dudar de su fiabilidad; el 29% trabaja con datos que residen en silos aislados en cada unidad del negocio, lo que dificulta el acceso y aprovechamiento, y sólo 32% de las empresas maneja datos fiables y de fácil acceso.
La nueva economía está exigiendo grandes transformaciones. Una de ellas es el uso constante y estratégico de los datos. De ahí dependerá cada vez más el futuro de las organizaciones. En México tenemos un gran atraso, ya que sólo una de cada tres empresas usan los datos de manera cotidiana. Es momento de cambiar o la velocidad del mercado digital nos rebasará.