Desde hace muchos años, prácticamente desde los años 60 y 80 del siglo pasado, en el mundo y en nuestro país no vivíamos un fenómeno inflacionario. La inflación es algo poco conocido para las nuevas generaciones, que no la entienden y que desconocen sus consecuencias y complicaciones en su control.

Simplificando, podemos decir que la inflación es un fenómeno económico que se caracteriza por el crecimiento generalizado y sostenible de los precios de los bienes y servicios. Debido a que la demanda sobre pasa a la oferta, hay escasez y ello provoca el crecimiento de los precios, reduciendo el poder adquisitivo de las personas.

La inflación afecta a todos, de alguna u otra manera, provoca especulación que puede motivar el crecimiento de los precios y producir desabasto. Sin embargo, la inflación afecta más a los grupos con menores ingresos o en pobreza.

¿Por qué afecta más a los pobres? Porque las personas en esta condición tienen menos ingresos y menos estables, lo cual hace que el impacto de los precios le afecte más al no contar con márgenes de protección, como es el ahorro.

Los expertos aseguran que la inflación es el impuesto más elevado de los pobres. Afirman que “el incremento de la inflación en 1% incrementa el porcentaje de hogares con bajos ingresos en torno a 7% y reduce el porcentaje de hogares con altos ingresos en torno a 1%” (https://bit.ly/3cvxKVj). 

Al fenómeno inflacionario que es mundial, hay que agregarle otro componente que impacta más los estratos de menores ingresos: el crecimiento mayor de los alimentos.

No todos los precios de los bienes y servicios se incrementan igual, hay distintas variables que los afectan de manera diferente y tienen consecuencias distintas. Este es el caso de la inflación en los alimentos.

De acuerdo con Wikipedia, “la crisis alimentaria mundial iniciada en 2022 es el producto de un rápido aumento en los precios de los alimentos y en la escasez de suministros de alimentos en todo el mundo. Diferentes causas geopolíticas, económicas y naturales se combinaron para agravar los impactos y consecuencias de la crisis. A los impactos del cambio climático (olas de calor, inundaciones y sequías) en diferentes partes del mundo, se sumaron a la crisis económica y de seguridad alimentaria provocada por la pandemia de covid-19 y a la invasión rusa de Ucrania”.

Tras la invasión rusa a Ucrania en 2022, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), así como otros observadores de los mercados de productos básicos alimentarios, advirtieron sobre un colapso en el suministro de alimentos y aumentos de precios.

Gran parte de la preocupación está relacionada con la escasez de suministro de cultivos de productos básicos clave, como el trigo, el maíz y las semillas oleaginosas, que podrían provocar aumentos de precios. La invasión también provocó aumentos en los precios del combustible y los fertilizantes, lo que generó más escasez de alimentos e incremento de precios¨.

Así “uno de los componentes más preocupantes ha sido el incremento en los precios de los alimentos. La mayoría de la población del planeta gasta en promedio más de 20% de su ingreso en alimentos” (https://bit.ly/3AUAfKi). Pero esta cifra cambia dependiendo del país y del ingreso de las personas.

De acuerdo con datos de la FAO, “el índice de precios de los alimentos en julio se mantuvo en 13.1% por encima del valor registrado en el mismo mes del año pasado”. En México el incremento de los alimentos de julio a julio es del 11.95%, superior al 8.5% de la inflación general en México.

A ello hay que agregar que las personas menos favorecidas en nuestro país dedican cerca de 50% del total de sus ingresos a la compra de alimentos y bebidas. Los de mayores ingresos dedican menos del 20% a este rubro.

Todo ello presenta un complicado panorama social. La CEPAL calcula que este año por este y otros factores se pueden sumar 2.5 millones de personas a la pobreza en nuestro país.

Estamos viviendo una situación difícil por el crecimiento de la inflación. A todos nos afecta, pero impacta más a las personas en pobreza y golpea más por el crecimiento de los precios de los alimentos. Algo se tiene que hacer para evitar el crecimiento de la pobreza en México. Está claro que las medidas tomadas por el gobierno federal han sido insuficientes. Habría que hacer más y de manera oportuna. Muchos mexicanos están sufriendo.