Actualmente seis de cada 10 habitantes del planeta vive en ciudades de más de 50 mil habitantes, y se espera que para 2050 esta cifra llegue a ser 70% de la población con incremento de más de 2,500 millones de pobladores más, de acuerdo a la Organización de Naciones Unidas (ONU). Esta tendencia significa un gran desafío, pues las ciudades de hoy tienen importantes problemas de planeación y sostenibilidad.
Según los datos de esta organización, “la población urbana ha aumentado de manera exponencial: desde 751 millones en 1950 a 4,200 millones en 2018. Actualmente, las áreas más urbanizadas son: América del Norte con 82% de población urbana, América Latina y el Caribe con 81%, Europa con 74% y Oceanía, 68%.
Para 2030, se calcula que habrá 41 ciudades con más de 10 millones de habitantes. Tokio y Nueva Delhi tendrán 25 millones de habitantes, Shangai 23 millones, y la Ciudad de México, Mumbai y Sao Paulo 21 millones de personas respectivamente”.
¿Qué pasará con las ciudades? ¿Cómo responderán a este nuevo desafío? Una de las tendencias más claras es el crecimiento vertical de sus viviendas. Estamos por entrar a la etapa de los megarrascacielos y de las urbes verticales.
Se espera que en los años por venir, empiecen a aparecer en el paisaje urbano de las ciudades edificios habitacionales de más de 1,000 metros de altura, que serán espacios más versátiles, estarán interconectados, con capacidad para producir sus propia energía, donde formarán ecosistemas donde la vida sucederá en esas mismas edificaciones, de arriba abajo y de abajo a arriba.
El reto será construir cuatro veces más lo que hoy está construido para poder dar cabida a los 15,000 millones de habitantes adicionales que habrá en 2050.
La nueva filosofía de las edificaciones será la de edificios multifuncionales, que albergarán en su interior viviendas, oficinas, centros comerciales, hospitales y clínicas, escuelas, jardines y espacios verdes, así como transportes ecológicos, y elevadores que se moverán de manera vertical y horizontal.
Un estudio de la Universidad de Columbia predice lo que viene: se espera que para 2050 se tendrán que construir 41,000 rascacielos, donde 50% serán más elevados que los actuales. La meta de esta filosofía será construir entornos más sostenibles con el uso de la tecnología: uso de la luz y el vapor para absorber las sustancias contaminantes, ventanas retráctiles para que cambien su función según la temperatura o clima, producción del total de la energía que se consume, cosechas de agua inteligentes, molinos de viento y grandes parques y jardines para mejorar el ambiente verde.
Hay todavía retos importantes que tienen que resolver esta nueva tendencia vertical de las ciudades, como es el impacto de los fuertes vientos y lluvias por sus alturas, donde ya se experimenta con péndulos gigantes en medio de las edificaciones para regular su impacto. También se buscan soluciones más eficaces en casos de incendios y de temblores.
El crecimiento de la población de los próximos años será todo un gran reto para la arquitectura y la sociología, donde las nuevas tecnologías nos darán mejores soluciones, pero que pueden traernos nuevos problemas y desafíos.
El reto más importante es crear ciudades más humanas, que privilegien el contacto y la creación de cohesión social, donde las personas puedan generar mejores lazos de cooperación y convivencia, donde se desarrolle mejor el ser humano.
Hoy se piensa que las soluciones tendrán que ser más sostenibles con el medio ambiente, más humanas para fomentar la convivencia y la creación de cohesión social, y más inteligentes para enfrentar los desafíos propios de la naturaleza como es el viento, la lluvia y los temblores.