La tecnología, como lo hemos sostenido, está transformando todos los ámbitos de la vida humana. Hay un cambio profundo en el quehacer de la gente a partir de la masificación del uso de las tecnologías y esto es notable en ámbitos como nuestras casas, las empresas y los organismos públicos y privados, y la sociedad en general. Internet ha hecho posible un solo mundo y está creando además un solo mercado, donde las fronteras de los países cada vez se vuelven un asunto de simples formalidades legales. El mundo está ahora conectado y en una acelerada transformación.
Ya les hemos compartido algunas de las industrias y tecnologías que tendrán cambios dramáticos en los próximos años. Ahora queremos comentarles del cambio en la industria del vestido, al pasar de ser materiales pasivos a transformarse en componentes activos e inteligentes de otros sistemas y ecosistemas más sofisticados y tecnológicos. Queremos hablarles de la vestimenta inteligente, algo que ya esta en el mercado, pero que tendrá un crecimiento exponencial en los siguientes años.
La ropa inteligente entra en la clasificación de los wearables, tecnología que usas en tu cuerpo, también traducida como tecnología vestible. Un dato que habla de la importancia de estos dispositivos, es la investigación realizada por Juniper Research, que pronostica que la cantidad de vestibles llegará a 350 millones de dispositivos en 2020, principalmente impulsada por la demanda de ropa inteligente.
Actualmente el mercado de vestibles está dominado por los relojes inteligentes y los dispositivos de muñeca para medir el ejercicio físico, mismos que se espera decaiga su uso en los próximos dos años. El pronóstico del crecimiento de los distintos dispositivos de los vestibles en 2020, de parte de la empresa Juniper Research, es la ropa conectada o inteligente, que tendrá tasas de crecimiento de 102% anual, los dispositivos como los lentes lo harán a tasas de 98%; las joyas, 55%; los auriculares (hearables) y los relojes, 31%. Se espera que el mercado de la ropa inteligente sea de alrededor de $1,000 millones de dólares en el 2020.
Los principales elementos que distinguen a la ropa inteligente son:
- Gestión de datos: este tipo de ropa tendrá capacidad de memoria, de cálculo y de procesamiento de datos, gracias a la miniaturización de la electrónica, que permitirá incorporar elementos digitales más fácil a la ropa.
- Gestión de energía: las funciones de inteligencia de la ropa van a requerir energía y capacidad para su almacenamiento. La energía para la ropa inteligente vendrá del calor corporal, del movimiento y del sol.
- Circuitos integrados: las nuevas prendas de vestir tendrán chips y microchips para poder procesar las funciones inteligentes. Estos circuitos electrónicos ya se fabrican en tamaños muy pequeños que pueden ser añadidos a las prendas de manera sencilla.
Así, la ropa inteligente se podrá entonces clasificar en:
- Tejidos inteligentes pasivos: son las primeras prendas que se fabricaron de este tipo y servían básicamente como ropa antimicrobios, o antiestática o a prueba de balas.
- Textiles inteligentes activos: esta es ropa de segunda generación que ya permite el cambio de tamaños, de colores y son termoreguladas, gracias a los sensores que tienen incrustados.
- Textiles ultra inteligentes: será la tercera generación de ropa que podrá detectar, reaccionar y transformarse con base a los estímulos del ambiente que rodea a la persona que la porta. Tendrá funciones más sofisticadas que pueden ser parecidas al cerebro para ayudar a quienes la portan a mejorar su razonamiento y actividad física (https://www.technicaltextile.net/articles/understanding-smart-clothing-8129).
Entre los mercados que más demandarán la ropa inteligente están el deportivo, el de la salud y el de la moda. En el ámbito deportivo, esta ropa ya es parte del ecosistema de los atletas de alto desempeño y de los practicantes del acondicionamiento físico. Para la salud resultarán de gran utilidad estas prendas para mejorar el monitoreo del cuerpo y sus órganos vitales, incluso hasta para revisar el funcionamiento del cerebro. Y a la industria de la moda le abrirá posibilidades importantes, ya que de manera inteligente y automatizada las prendas se ajustarán mejor al cuerpo humano, cambiarán de color y brillo, de tamaño, e incluso, reaccionarán de manera discreta ante una persona conocida o agradable (https://skiin.com/keep-an-eye-out-for-these-smart-clothing-trends-in-2019/).
La ropa inteligente ya esta aquí y promete sorprendernos desde su uso inteligente, hasta estético y funcional. Los próximos años nos demostrarán si los pronósticos eran correctos.