El cambio que viene
Ashoka, una plataforma de emprendedores sociales, cuya divisa es “todos podemos ser agentes de cambio”, acaba de patrocinar un libro extraordinario cuyo título es “Efecto dominó (rippling)”, coordinado por Beverly Schwartz. El libro (Ediciones Urano) expone las estrategias desarrolladas por 19 emprendedores sociales de 15 países. En ellas se explican las claves que llevaron a estas soluciones a ser exitosas, sostenibles y duraderas. Esta experta en innovación social se muestra optimista, el futuro del emprendimiento social es “brillante”.
“Todos los esfuerzos realizados para fomentar un cambio en nuestro entorno más cercano, contribuyen a transformar el mundo en que vivimos”. Ashoka agrupa y pone en contacto a emprendedores sociales de todo el mundo para fomentar la interacción y promover la efectividad de los proyectos. De esta manera, las ondas expansivas del cambio social alcanzan una superficie mayor. La globalización no sólo ha generado desequilibrios y ha dificultado la adaptación al cambio, sino que sus transformaciones han acortado las distancias no sólo en beneficio de los flujos económicos y comerciales sino también del progreso social.
El libro está lleno de ejemplos vibrantes de lo que hacen los emprendedores sociales alrededor del mundo:
- “Teampreneurship: una nueva forma de crear empleo y erradicar la pobreza” (España).
- “El poder, para el pueblo” (sobre cómo Elekrizitatswerke Schonau trabaja a nivel comunitario para recomprar, gestionar y controlar las redes de suministro eléctrico de manera que pueda sustituirse la energía nuclear por fuentes renovables de energía).
- “Estimular el dinamismo fiscal creando una nueva economía” (sobre cómo el Banco Palmas de Brasil estimula las economías locales y ha creado una nueva moneda y un sistema de bancos comunitarios para ciudadanos de bajos ingresos”).
- “De la basura al oro” (sobre cómo Ciudad Saludable crea microempresas en torno a la recogida de basuras y aumenta la viabilidad económica y los resultados sanitarios positivos en las comunidades en las que opera, esto en el Perú), y así otros temas más.
Thorkil Sonne es fundador y miembro del comité de dirección de Specialsterne (los especialistas), una organización danesa que emplea a gente con autismo permitiéndoles utilizar sus habilidades con los ordenadores para ofrecer valiosos servicios a la comunidad empresarial. Dice Storne de ellos: “No los considero autistas, sino más bien especialistas. Tienen cualidades muy especiales que hacen que se centren de manera increíble en lo que están haciendo, presten atención a los detalles y sean persistentes”.
Sonne ha sabido potenciar las características de las personas con autismo como la motivación y la obsesión por los detalles, buena concentración y altos niveles de enfoque.
Hoy, Specialsterne ha logrado colocar a miles de personas autistas en empleos con empresas de calidad mundial como Hewlett-Packard y Microsoft, donde trabajan en pruebas de software y análisis de big data. Sus niveles de productividad están por arriba de la media. Hoy, Thorkil ha creado Specialist People Foundation que se propone crear un millón de puestos de trabajos para adultos autistas de todo el mundo.
De la acuciosa revisión y recuperación de casos de éxito, Beverly Schwartz encontró virtudes en común que caracterizan a los emprendedores sociales: la pasión por transformar, su preocupación por los problemas sociales, su habilidad para conseguir financiamiento de diversas fuentes. Arianna Huffington, quien colabora también en el citado libro, habla de “un Cuarto Instinto” más allá del instinto de supervivencia, el impulso sexual y el deseo de poder, se trata de “la empatía” que es la capacidad para identificarse con los sentimientos de otras personas, la raíz de toda solidaridad. Una de las cualidades que más necesitamos si queremos sobrevivir y prosperar en este convulso y complejo siglo XXI.
Jonas Salk es médico e investigador excepcional. Él desarrolló la primera vacuna contra la poliomielitis y falleció en 1995, definió el periodo de transición en que nos encontramos como el paso de la Época A (basada en la supervivencia y la competición) a la Época B (basada en la colaboración y el sentido).
Los emprendedores son personas profundamente motivadas por una idea fuerza: servir a los demás y construir un mundo más justo. Saben que si algo debe ser globalizado, es precisamente la preocupación por lo humano y la solidaridad. Los emprendedores saben, como dice Fernando Savater, que “no se pueden seguir viviendo existencias tribales, ni tratando de crear islotes de prosperidad amurallada en un océano de desdichas y abandono”.
Los emprendedores sociales no pueden cerrar los ojos, son solidarios por vocación. En México seis de cada 10 jóvenes mexicanos consideran que en su vida es muy importante el servicio a los demás y consideran que la pobreza es el problema más grave de México. Ellos, nosotros, somos el cambio que viene.