Concluimos un año complicado. La inmensa mayoría de los mexicanos se siente profundamente lastimada por la inseguridad, la violencia y la corrupción gubernamental, y mira con desilusión a una partidocracia ajena a los principios democráticos, carente de voluntad de renovación política y moral y que sólo mira al país como botín.  

Sin embargo, la base de todo cambio de sistema radica en el ánimo de los ciudadanos. Soy un convencido de que no podemos bajar los brazos. Es desde esa perspectiva que me aventuro a compartirles 10 grandes deseos que abrigo en lo personal para el próximo 2015.

A nivel nacional…

1. Concluir con el rediseño del sistema mexicano para fortalecer la representación ciudadana en las políticas públicas. Hoy, vivimos una simulación donde la centralidad en la toma de decisiones sigue estando en manos del gobierno y la partidocracia. Ahora toca modernizar la política.

2. “Obsesionarnos con el crecimiento nacional”, como dice México Evalúa, para producir más riqueza y prosperidad y mejorar radicalmente su distribución. Ello implica colocar la prioridad en la generación de empleo, en el ingreso de los más pobres. Así no sólo estaremos ampliando el mercado interno, sino también creando una vasta clase media que sea más independiente, participativa y crítica de los asuntos públicos. México necesita más arquitectos e ingenieros, más emprendedores; menos burócratas y políticos grillos.

3. Recuperar la paz y la seguridad en todas las regiones del país, a través de una recomposición de los cuerpos de seguridad sujeta a controles ciudadanos. Muchas de las mejores propuestas en este terreno provienen de la sociedad civil; es la hora de escuchar sus voces. Aspiro a ver estrategias de inteligencia que sean capaces de preservar la seguridad nacional con base en la legalidad y los controles democráticos, además de la puesta en marcha de innovadoras formas de reconciliación como una amnistía condicionada a los narcotraficantes y a las personas sujetas a proceso por delitos menores.

Sonora…

4. Desarrollar una visión compartida para el desarrollo del estado basada en evidencias de tendencias y potencialidades, donde se genere un ecosistema para la prosperidad y la igualdad de oportunidades, la sustentabilidad y la innovación. Más allá de los relevos gubernamentales o de las disputas partidistas, Sonora requiere una visión 2050 donde converjamos todos: partidos, sociedad civil, profesionistas, empresarios, ciudadanos, autoridades. Lo más fácil es privilegiar el conflicto, pero el costo lo pagarían las próximas generaciones.

5. Crear las bases para un mejor desarrollo a través del impulso a la calidad educativa (Sonora ya tiene uno de los sistemas escolares más calificados del país, pero necesitamos ir por más), incentivando el uso generalizado de la tecnología y el impulso a la innovación en todos los sectores.

6. Cerrar las brechas de desigualdad regional y social, poniendo el énfasis en el proyecto histórico de los sonorenses de construir una sociedad justa y cohesionada.

Familias…

7. Recuperar y poner de moda desde los principales centros formadores de ciudadanía, la familia y la escuela, los valores cívicos y morales preeminentes de una sociedad democrática: la responsabilidad, el trabajo, el respeto a la legalidad, la honestidad, la justicia, la generosidad, la solidaridad. No habrá estrategia de combate a la inseguridad y la violencia que funcione, sin reconstruir el tejido social y los principios éticos.

8. Predicar con el ejemplo antes de criticar, justificar o señalar. El ejemplo tiene un enorme valor pedagógico en lo moral y lo democrático, es la base de una revolución sencilla y fácil, pero de gran efectividad con nuestros hijos y con quienes nos rodean, familiares, amigos, colegas.

9. Implementar una nueva cultura donde los niños, las mujeres, los ancianos, los enfermos y las personas con discapacidad tengan la más alta prioridad. Su calidad de vida debe ser el termómetro de nuestro grado de civilidad y desarrollo.

Y por último…

10. Recuperar la fe y la esperanza de que SÍ podemos hacer un mejor mundo para vivir.

Un fuerte abrazo a mis fieles lectores. Felices fiestas y que el próximo sea un mejor año que éste.