La prensa es en el mundo y en el México de hoy, uno de los instrumentos más efectivos para difundir información puntual, objetiva e imparcial sobre el acontecer cotidiano.
Forma opinión pública, y en el marco de nuestro sistema democrático es un instrumento muy eficaz para la fiscalización del ejercicio del poder y la exigencia de rendición de cuentas a los actores gubernamentales, privados y políticos.
Hoy, el periodismo impreso, como lo hemos conocido en los últimos 200 años, está sometido a una poderosa corriente de cambio presionado por la dinámica de las nuevas tecnologías como Internet y las redes sociales.
Se está imponiendo el periodismo digital a través de Internet, al grado de que la propia palabra en inglés para “periódico”, “newspaper” (papel de noticias), está perdiendo validez.
Estados Unidos, líder y laboratorio de las nuevas tendencias tecnológicas, es un claro ejemplo de lo que le depara al periodismo de papel al cual muchos le predicen su inminente extinción.
Entre 1991 y 2012 el porcentaje de los estadunidenses que obtienen noticias a través del periódico bajó de 56% a 29%, es decir, cayó casi a la mitad. Mientras tanto, entre 2004 y 2012, el porcentaje de la población que obtiene sus noticias a través de medios digitales se incrementó de 24% a 39%, y es de esperarse que esta tendencia se acelere hacia los siguientes años debido al veloz crecimiento de los dispositivos móviles.
Los ingresos de los medios impresos estadunidenses por publicidad, que es su sangre comercial, han disminuido en casi 56%
La pregunta es si estamos asistiendo a la muerte del periodismo impreso.
La reciente decisión de la revista Newsweek, una de las más importantes de habla inglesa, de abandonar su publicación en papel tras casi 80 años de historia impresa para estar disponible únicamente en Internet a partir de 2013, parece reforzar esta predicción.
Encontrar un periódico que gana dinero hoy en día ante el avance del mundo digital, es más difícil que encontrar en México un político admirado. Pero los hay, y uno de ellos es The New York Times, uno de los periódicos más influyentes del mundo, con más de 160 años de vida.
Hoy, en medio de un desolador panorama de periódicos muertos o moribundos en Estados Unidos, The New York Times se mantiene de pie y se consolida cada día más.
La clave: el cobro por el acceso a su versión digital que cuenta con 46 millones de visitas al mes y 300 mil suscriptores, 850 mil con la versión impresa; innovación tecnológica con inserciones de audio y video que refuerzan los contenidos multimedia, pero sobre todo, el compromiso con sus valores fundamentales: información rigurosa, compromiso con la verdad a través de investigación sustentada en fuentes verificables, edición inteligente y redacción elegante. La experiencia digital, en lugar de poner en riesgo la supervivencia y la naturaleza del periódico, la han fortalecido.
Es un ejemplo para los medios informativos mexicanos, es una muestra de que lo que les permitirá sobrevivir a la avalancha de Internet, será la capacidad para adaptarse a las nuevas tecnologías con formatos frescos, la calidad, la objetividad noticiosa, y el compromiso con la generación de contenidos que, más allá del espectáculo, contribuyan al avance de la comunidad y a la reflexión y solución de los grandes dilemas públicos: la equidad, la seguridad humana, la construcción de capital social, la promoción de una cultura favorable a la paz y la legalidad y la búsqueda de un país más sustentable.