Dice el filósofo español Fernando Savater: “Si hoy debiésemos condensar en una sola palabra el proyecto político más digno de ser atendido elegiría la palabra ciudadanía”.
Este es el tiempo del ciudadano, del ciudadano responsable, del que asume su compromiso con lo “público”, con lo que nos pertenece y nos involucra a todos.
Es el tiempo de los ciudadanos responsables que no quieren permanecer más pasivos, sino que quieren ser protagonistas de los cambios. Estos ciudadanos responsables son el corazón de la sociedad civil mexicana.
Los ciudadanos organizados representan uno de los más poderosos motores del cambio, y su presencia e incidencia en la historia diaria y en la construcción de una mejor democracia es algo que ya no puede estar a discusión.
Sin embargo, tenemos retos muy importantes. Hay razones para pensar que la responsabilidad social es una tarea pendiente en México y en Sonora. Son pocos los que comprenden el compromiso de ser solidarios e incluyentes.
Un indicador que demuestra que existe poca responsabilidad social de los mexicanos es el número de organizaciones de la sociedad civil. México tiene 40,098 organizaciones de la sociedad civil (OSC´s) contra dos millones de Estados Unidos. Hay 106,000 OSC´s en Chile, 120,000 en Argentina, 338,000 en Brasil.
Al hacer un cálculo de OSC´s por cada 10,000 habitantes, resulta que México tiene la densidad asociativa más baja de todo este grupo de países, solo 4, contra 65 de Estados Unidos, 64 de Chile, 29 de Argentina o 17 de Brasil.
Es un foco rojo no solo para los líderes de la sociedad civil, sino también para todos aquellos que estamos preocupados por la vitalidad de la participación cívica y la democracia en el país.
Por otra parte, según la Encuesta Nacional de Filantropía y Sociedad Civil en México (ENAFI) que realiza el ITAM, nos encontramos con un bajo grado de confianza del público en las OSC´s.
De los encuestados, 60% declaró que prefiere dar dinero de manera directa a personas necesitadas (niños de la calle, ancianos, mendigos, entre otros), y tan solo 16% prefiere donar a instituciones.
Y aquí estamos, sin duda, frente a otro foco rojo, porque esta cultura de la “limosna”, de la “dádiva” reduce notablemente la capacidad recaudatoria de las OSC´s.
Según la Cuenta Satélite de las Instituciones sin Fines de Lucro de México 2008-2010 (INEGI), México tiene una fuerza de tan sólo 1 millón 200 mil voluntarios, menos del 1% de la población.
En Estados Unidos 70 millones de personas hacen trabajo voluntario, lo que representa el 22%, la quinta parte de toda la nación.
Es por ello que hoy queremos abordar en El Poder de las Ideas el tema de la Responsabilidad Social y preguntarnos si es un tema relacionado solo con la Caridad o es una Oportunidad para construir un mejor país, más solidario, más justo, más incluyente.
Para platicar de este tema hemos invitado a Luis Carlos Peralta, empresario y Presidente de la Unión Social de Empresarios Mexicanos (USEM) de Sonora; y a Irisdea Aguayo, Comunicadora, Empresaria Social y Directora de la Fundación Comercio Justo Sonora A.C.