El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha caracterizado su discurso por colocar al centro de los problemas de seguridad del vecino del norte a los traficantes de droga y a los inmigrantes que buscan ingresar al país ilegalmente. Algunos analistas políticos aseguran que este discurso es uno lo que más rentabilidad electoral le ha dado y que seguramente será un eje importante en la campaña de reelección de Trump en las elecciones presidenciales de 03 de noviembre de 2020.
 

Y en esta vertiente, la solución que ha propuesto a los ciudadanos norteamericanos es construir una barrera física, un gran muro a lo largo de la frontera de 3,169 kilómetros. Algo que pareciera una mala broma, es en realidad la base de su propuesta para resolver el tráfico ilegal de personas y drogas en su frontera sur. Ha sido tan importante la propuesta de construir el muro entre los dos países, que ha representado el tema central en sus diferencias con el Congreso dominado por sus opositores del Partido Demócrata.

 

Además de lo poco racional de la idea, hay dos elementos adicionales que la desacreditan: el costo y el tiempo en construir el muro. Se calcula que construir el muro costaría $25 mil millones de dólares y se tardaría en erigirlo por lo menos 10 años. Algo fuera de lugar, cuando existe evidencia de que el problema de fondo de la inmigración ilegal a Estados Unidos es por la falta de oportunidades de desarrollo y violencia existentes en los países centroamericanos, principales aportadores de indocumentados.112_INFOGRAFIA_MURO INTELIGENTE

 

El tema ha sido tan debatido en el país vecino del norte que hay quienes ya han propuesto alternativas más amigables y baratas, como la idea de construir un Muro Inteligente (Smart Wall) de océano a océano de la frontera. Pero, ¿qué elementos podrían considerarse en esta propuesta? Aquí algunos de ellos:

 

·Diferentes tipos de drones. Se sugiere que se puedan utilizar los drones gigantes, llamados Predator B, de 11 metros de largo y con peso aproximado de 25 kilogramos que se usan en la frontera desde 2006 para usos de inteligencia y combate al cruce ilegal de drogas. Estos aparatos tienen 30 horas de autonomía de vuelo y pueden tomar la foto de una placa de un vehículo o caras de personas a una distancia de 3 kilómetros de altura. También se pueden usar drones pequeños, también llamados sUAS (pequeños sistemas aéreos no tripulados) que pueden recopilar imágenes y video y transmitirlos a centros de mando para ser analizados. Y si a este tipo de artefacto, se le dota de inteligencia artificial, puede detectar con gran acertividad personas en lugares inadecuados o sospechosos, y a tal nivel de detalle, que podría saber si las personas están armadas y qué tipo de arma tienen, o si transportan algún tipo de mochila que puede contener drogas.

·Torres de vigilancia en zonas estratégicas. Estas estructuras pueden ser equipadas con tecnología de sensores de tierra para detectar movimientos y sensores de imágenes que pueden captar todo lo que suceda a 10 kilometros a la redonda. Actualmente se usan, pero de manera escasa y localizada.

·Sensores inteligentes. Los nuevos sensores tienen tecnología para captar señales de audio, radar, sísmicas, acústicas y magnéticas en la tierra. Así, cuando se detecta una señal inadecuada, se puede enviar a un agente o un dron para confirmar el riesgo. Para evitar que las señales se equivoquen con cuerpos de animales, ya existe tecnología láser que mide los objetos con que se topa y los delinea en 3D.

·Fibra óptica inteligente. Aunque el uso de la fibra óptica es más común en materia de telecomunicaciones, en este caso, al enterrarse puede detectar con un alto grado de precisión, cualquier vibración, tensión o cambio de temperatura que puede indicar actividad humana.

· Detección de datos de celulares. A través de datos anónimos a empresas de servicios celulares, pueden detectar señales de aparatos activos, e incluso, con tecnología de inteligencia, denominada rayas, interceptar llamadas y mensajes desde dichos aparatos, o poder hacerles llegar mensajes a los mismos.

Otra vez la tecnología nos demuestra que es una mejor opción, incluso en un tema tan controvertido como el control fronterizo. Con ello no queremos abonar a que se construyan ahora Muros Inteligentes, sino demostrar que Estados Unidos ya cuenta con tecnología para controlar los flujos de personas y drogas. Lo demás es pura política.