Botón de pánico en celulares

El uso de las tecnologías en soluciones sencillas para resolver problemas complejos

Antecedentes

  • La inseguridad, que desde hace unos años constituye uno de los problemas más sentidos de nuestra sociedad, no sólo daña seriamente la confianza ciudadana en las autoridades, sino que también implica elevados costos económicos, en la medida en que atenta contra los ingresos y el patrimonio de las familias víctimas de un hecho delictivo.
  • Asimismo, obliga a las empresas a realizar fuertes inversiones en sistemas de seguridad (consumiendo de ese modo recursos que podrían ser destinados al crecimiento), y ahuyenta a inversionistas que estarían en condiciones de incrementar las fuentes de empleo y las perspectivas de desarrollo del país.
  • La gran mayoría de los estudios de opinión ubican a la inseguridad entre los tres temas que más preocupan a la ciudadanía, junto con la situación económica y la corrupción.
  • Por ejemplo, según datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI, correspondiente a marzo de 2016, 70% de la población de 18 años y más considera que vivir en su ciudad es inseguro; 80% dice sentirse insegura en los cajeros automáticos localizados en la vía pública; 73% en el transporte público; 65% en el banco, y 61% en las calles por las que transita habitualmente.

Botón de Pánico de la India

  • Esto constituye un considerable desafío para el gobierno y los diversos sectores sociales, por lo cual conviene examinar qué están haciendo otros países para combatir la inseguridad utilizando la tecnología. Vale la pena echar un vistazo al caso de la India y su reciente iniciativa para crear, a partir de 2017, un Botón de Pánico en todos los celulares existentes en esa nación.
  • Esta iniciativa nació, especialmente, de la necesidad de proteger a las mujeres contra la violencia. La idea es, en efecto, que el Botón de Pánico –que se instalaría obligatoriamente en los celulares a partir del próximo 1 de enero– sirva para que la mujer que se encuentre en peligro pueda, oprimiéndolo, alertar rápidamente sobre su situación a la policía, los familiares o los amigos que haya elegido. El proyecto está siendo impulsado por el Ministerio de la Mujer y la Infancia del gobierno hindú.
  • De manera complementaria, a partir de 2018 se obligará a que todos los celulares vendidos en la India dispongan de GPS, a fin de facilitar la localización automática de las mujeres en peligro.
  • Adicionalmente, ante la preocupante ola de violencia contra las mujeres en el país asiático, la Alianza para las Normas de los Móviles dio a conocer su aplicación gratuita I Feel Safe (me siento segura), que activa una alarma al pulsar cinco veces el botón de encendido en cualquier celular, aun si se encuentra bloqueado.
  • Si bien desde el punto de vista tecnológico el Botón de Pánico –ya sea físico o en forma de App– no representa mayor problema, los retos se concentran en cómo será usado y en la capacidad de las autoridades para responder oportunamente a los llamados de auxilio.
  • El gobierno de Nueva Delhi también ha anunciado otras medidas para mejorar las condiciones de seguridad de las mujeres. Una de ellas consiste en incrementar en una tercera parte los efectivos policiales del sexo femenino, así como aumentar de manera significativa el número de centros de atención a las víctimas de la violencia. Además, se unificarán los teléfonos de emergencia de la policía, las ambulancias y los bomberos.

Conclusiones

Una vez más la tecnología aporta soluciones sencillas para resolver problemas complejos. Los celulares provistos de Botón de Pánico y de GPS no sólo posibilitarán alertar a la policía para que brinde su auxilio, sino que también permitirán acceder a datos indicativos de tendencias, riesgos y mejores tácticas para combatir la delincuencia. Y de paso, se convertirían en un mecanismo apto para evaluar la efectividad de los cuerpos policiacos, en la actualidad seriamente cuestionados.

El caso de la India, que muestra a un gobierno activo y propositivo para resolver el problema de la inseguridad, representa un buen ejemplo para las autoridades mexicanas, agotadas por estrategias deficientes y por un uso creciente de recurso públicos que no arrojan mayor resultado. La tecnología y la inteligencia ya existen. La pregunta es ¿cuándo se hará uso de ellas en México?